Leyendas del tren patagónico

Crítica de Rodrigo Seijas - Fancinema

RELATOS QUE SE ESCAPAN

El planteo de Leyendas del Tren Patagónico tenía potencial pero también riesgos, al utilizar como trampolín narrativo el diario de viaje de Bailey Willis, un explorador y geólogo estadounidense que a principios del Siglo XX recibió como encargo el diseñar una línea ferroviaria que fuera del Atlántico al Pacífico. Esa línea comenzó a construirse en 1910 y en 1934 se terminó el tramo que va de Viedma a Bariloche, aunque no se completó el trayecto correspondiente al cruce de la Cordillera y la salida al Pacífico. Lo que hace el film de Sebastián Deus (realizador también de Por el camino de Modesto, El retorno de Don Luis y TV Utopía) es combinar el documental con lo ficcional, apelando a una puesta en escena que trabaja lo subjetivo y observacional, sin dejar de lado la fascinación que estas historias ocultas pueden generar en grupos de historiadores aficionados o profesionales.

Pero la apuesta de la película funciona a medias y solo en algunos pasajes, como si quisiera ser muchas cosas y no pudiera terminar de ser ninguna. En determinados momentos parece decidirse a ser una road movie marcada por la perspectiva individual; en otros un documental observacional sustentado en la contemplación del paisaje, las personas y los ritos que se van sucediendo; y hasta se permite coquetear con lo fantasmal o el poder de los mitos que inundan el territorio, incorporando elementos del western, aunque ninguna de estas vertientes llega a tener un peso decisivo, que incline al relato hacia una construcción narrativa consistente.

De hecho, Leyendas del Tren Patagónico pareciera estar buscando su propia historia e identidad en ese viaje en tren, queriendo convertir el pasado en presente, pero esa búsqueda histórica, narrativa y hasta mítica se va revelando infructuosa. Incluso el film, a pesar de su corta duración, termina aburriendo a partir de un ritmo cansino, donde lo contemplativo se convierte en un gesto un tanto perezoso. Quizás había muchas leyendas por contar, muchos personajes y situaciones por presentar, o faltó encontrar el cuento correcto, ese que atrapara al espectador y fuera el disparador para rastrear las huellas de un viaje que puede presumirse que fue apasionante. Sin embargo, en Leyendas del Tren Patagónico lo legendario, lo pasional, la aventura, no llegan a surgir en las dimensiones necesarias.