Las horas más oscuras

Crítica de Javier Porta Fouz - La Nación

Las horas más oscuras: una trama a la altura del protagonista

En una temporada en la que se presentaron Dunkerque de Christopher Nolan y la pringosa C hurchill de Jonathan Teplitzky, también Joe Wright ( Orgullo y prejuicio) explora esos días de desasosiego y decisiones cruciales en los que Winston Churchill llega al cargo de Primer Ministro del Reino Unido cuando Hitler está cerca, Europa continental está siendo invadida a velocidad pasmosa y las tropas británicas quedan varadas en la playa del título de la película de Nolan. Narrador brioso, seguro y pasional incluso en sus películas menos logradas ( El solista, Hanna), Wright confía en los travellings, en la música, en un cine emocional, en este caso con sucesos históricos. Las horas más oscuras construye buena parte de su notable fortaleza mediante un actor que convence al interpretar a un hombre que tiene que convencer en momentos inciertos. Gary Oldman asume su Churchill sin jugar a la mímica afectada y así da verdadera vida al personaje mediante una lógica actoral alejada de lo mecánico y cercana al juego feliz. La manera de disponer los gestos de Oldman es de una elegancia que parece fluir con naturalidad.