Las cosas que decimos, las cosas que hacemos

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Daphné, embarazada de tres meses y de vacaciones en el campo, recibe como huésped a Maxime, primo de su novio Francois, que ha tenido que volver a París para reemplazar a un compañero enfermo. Durante cuatro días, mientras esperan el regreso de Francois, Daphné y Maxime se van conociendo, mientras comparten historias muy íntimas que los acercarán.

La película escrita y dirigida por Emmanuel Mouret consigue reflexionar acerca de la dinámica de las reflexiones humanas a partir de una serie de cruces que en varios casos tienen que ver con el azar. Sin poder compararse en calidad con Eric Rohmer, si se pueden percibir de ese director algunas de sus ideas. Pero Mouret agrega historias, relatos que arman capas que respaldan esta idea acerca del amor y el paso del tiempo. En un tono que pasa de la amabilidad a la amargura y del silencio a la verborragia, la película es ambiciosa y posee ideas, elementos que hacen desear seguir el camino de este realizador en el futuro.