La última noche

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Sexo sin amor, amor sin sexo

Ejecutivos y escritores carilindos sufriendo por amor y tentados/torturados por la infidelidad en escenas que transcurren en lofts, fiestas, hoteles, restaurantes y bares de Nueva York o en viajes de negocios. De eso se trata esta ópera prima de Massy Tadjedin construida a puro diálogo y con vistosos encuadres.

Sam Worthington y Keira Knightley están casados hace tres años. Ella está convencida de que él mantiene un affaire con una bella compañera de trabajo (Eva Mendes) y, de paso, se tienta con volver a tener una historia con un ex novio francés (Guillaume Canet).

Durante una larga noche, habrá flirteos, dudas culpógenas, contradicciones, acercamientos, encuentros y confesiones íntimas. La película es bastante fría y obvia en su exploración de la histeria burguesa, del amor sin sexo y el sexo sin amor, y resulta bastante poco erótica, provocadora y seductora. Cuando se aborda un tema así, se trata de un pecado mortal.