La reunión del diablo

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Cuando se apaga la luz

Cinco desconocidos, atrapados en un ascensor. Uno es Satanás.

Nada es lo que parece en las películas de M. Night Shyamalan. Y en La reunión del diablo -anunciada como la primera de una trilogía titulada “The Night Chronicles” , que juega con el apellido del director de Sexto sentido , que traducido es noche , y aquí aparece sólo como guionista y productor- los cinco “pasajeros” atrapados en un ascensor saben que uno de ellos es un asesino. Y cada vez que se apaga la luz... se enciende el terror, porque el Diablo -que adopta forma humana, vea- aprovechará la oscuridad para liquidar, despachar a alguno al Más allá.

Para los supersticiosos, del director John Erick Dowdle se había estrenado justo hace dos años Cuarentena , remake estadounidense de la española Rec , en la que también había gente encerrada, pero en un edificio. Aquí el efecto claustrofóbico es mayor. Son cinco desconocidos retenidos en el ascensor entre dos pisos, los celulares no tienen señal, los guardias de seguridad los ven desde un monitor, pero ellos no pueden hablarles. Llega un policía, que hace unos años perdió a su mujer e hijo en un accidente automovilístico. Uno de los guardias se llama Ramírez y, creyente y agorero, recuerda un relato que contaba su mamá y asegura que es el Diablo el que se corporizó en uno de los cinco. ¿Y si tiene razón? Entonces hay que adivinar quién tiene el diablo en el cuerpo. ¿El guardia que está haciendo un reemplazo? ¿El vendedor de colchones, que ha sido un estafador? ¿El joven veterano de guerra? ¿La joven que acusa que le tocaron el traste? ¿O la viejita insoportable? Hagan sus apuestas, antes de que se apague la luz de nuevo...

Por una razón están los cinco allí, y la trama tiene sus vueltas de tuerca, todo lo imprescindible para que se crea la tensión indispensable. El coguionista de Shyamalan es Brian Nelson, que escribió Hard Candy y la terrorífica 30 días de noche , por lo que supo combinar el terror psicológico... y el otro.

En un elenco con algún rostro familiar (Chris Messina, de Julie & Julia y Greenberg , como el policía), La reunión del diablo es la antítesis de ese cine que hace del asco su base -como El juego el miedo -, para pegar sus buenos sustos con armas más legítimas.

Ahora, si adivina quién es el diablo, se gana un viaje en ascensor con Shyamalan, o con el Michael Caine de Vestida para matar .