La noche del crímen

Crítica de Maximiliano Curcio - Revista Cultural Siete Artes

Una joven mujer es asesinada y el crimen del mundo real, relatado por la autora francesa Pauline Guéna en su libro de reportajes “Testigo presencial” (2020), llega a la pantalla cinematográfica de modo inquietante. El destacado autor Dominik Moll, dos años después de sorprendernos con la brillante “Solo las Bestias” traslada a la ficción el guión del especialista Gilles Marchand, acerca de la infructuosa pesquisa policial por esclarecer lo sucedido. La fatídica fecha ‘del 12’ se convierte en una certeza acuciante. Ganadora de seis Premios César -incluyendo mejor película y dirección- sobre diez nominaciones obtenidas, “La Noche del Crimen” valida su excelencia mediante una construcción de los hechos sólida, fascinante y tensa.

¿Qué clase de mal anida en la lejana provincia francesa? De cara a un abismo que inspecciona el centro de la propia fuerza, y con miras a desenmascarar culpables sospechados, el misterio se desenvuelve con un reconocible aroma a Agatha Christie. La brutalidad del crimen cometido nos conduce a la falta total de explicación y sentido. El film, llevando a cabo una auténtica disección de la porción social examinada, ejercita la agudeza y la observación. Los investigadores lucen desconcertados, atrapados en pleno callejón sin salida, en este fenomenal thriller detectivesco que bebe de las fuentes del cine de David Fincher y Claude Chabrol. Evaluando las devastadores consecuencias del accionar violento e impune, Moll lleva a cabo un retrato pormenorizado, reafirmando el buen gusto y la tradición de la industria gala por el género policial.