Mujer Maravilla

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

Tarea difícil la de Patty Jenkins (“Monster”) superar la serie icónica de los años setenta protagonizada por Lynda Carter, tal vez una de las más recordadas en la historia de la televisión y adaptar para esta época al personaje creado por William Moulton Marston, fuente de inspiración para millones de personas.

Jenkins descansa en el carisma de la nueva Mujer Maravilla, Gal Gadot (potente, sólida, enigmática), para construir un relato en medio de la primera guerra mundial sobre lucha, ideales, amor y pasión, pero también sobre identidad y búsqueda de respuestas ante lo diferente. Durante su primera parte, desarrollada en Temiscira, que pinta de forma concreta a Diana y el devenir del personaje.