La misma sangre

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

Un arranque brillante. Contundente. Con la sospecha que algo nos estamos perdiendo, termina por ceder el lugar a una narración más convencional que sólo por el cambio de eje y punto de vista pretende reemplazar fallas de género que la alejan de su idea original convirtiéndola en melodrama pasional carente de solidez.