Ga’Hoole: La leyenda de los guardianes

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Entra por los ojos

Filme de animación, del director de “300”.

De Avatar a esta parte, cualquier película animada en 3D que además contenga paisajes paradisíacos y escenas de vuelo corre el riesgo, sino la desventaja, de tener que ofrecer más, y mejor. Ningún inconveniente en ese sentido para Ga’Hoole , del mismo estudio que hizo Happy Feet .

Y de Zack Snyder, el director de 300 y Watchmen , podía esperarse algo tan decididamente belicoso, combativo y aguerrido, y su concepción de Ga’Hoole tiene momentos de genuina y cautivante expresión cinematográfica –las escenas en las que los protagonistas vuelan en plena tormenta-, pero también superficialidad y sencillez en la historia que relata.

Soren es un búho que disfruta los relatos míticos que su padre le cuenta sobre los Guardianes, que batallaron y protegieron el mundo. Basado en el primero de tres libros de una serie de quince de la autora Kathryn Lasky, Soren y su celoso hermano Kludd son capturados y secuestrados por los Puros, que desean esclavizarlos junto a otros búhos para recuperar el trono. Soren se cruzará con otras aves, escapará –no así su hermano, que es “tomado” por el lado oscuro- y llegará hasta Ga’Hoole, el árbol donde los Guardianes viven, se enteran del maléfico ardid de Nyra y su esposo e irán al rescate de los pichoncitos de búho secuestrados.

Cualquier semejanza con los nazis y los Aliados no es pura coincidencia.

Y tampoco con Hamlet o, si se quiere, El Rey León animado de Disney, ya que así como Scar y Mufasa se enfrentaban, en Ga’Hoole la disputa entre los hermanos bien pronto pasa a ocupar el primer plano de la película en 3D.

A los chicos menores de 7 años algunos enfrentamientos los van a asustar, y quizás el hecho de que Kludd sea tan pérfido con Soran y hasta con la pequeña Gylfie, su hermanita menor, hará que los ojos de los más pequeños salten más allá de los anteojos tridimensionales.

A la manera de lo que hizo Robert Zemeckis, que del cine con actores saltó a la animación (la diferencia es que el director de Forrest Gump se abrazó al motion capture ), Snyder se prueba con protagonistas no humanos, pero a los que, por una cuestión de simplificación, les falta sangre. Y no es que no haya enfrentamientos de vida o muerte en los combates en pleno vuelo.

No es el entramado, pero ya es evidente que a Snyder le cuesta instituir singularidad a sus personajes. Ocurría en 300 , pasaba en Watchmen y sucede en Ga’Hoole . Sean humanos o búhos, los personajes son superhéroes, lleven espadas o plumas. El despliegue visual es, por cierto, el gran punto a favor que tiene la experiencia de disfrutar Ga’Hoole . Snyder dirige como pocos las escenas de luchas cuerpo a cuerpo y de batallas, por lo que el espectáculo está asegurado.

Con todo, el mensaje del filme es claramente eficaz y provechoso, y tan generoso como altruista. La máxima o consejo sería confíá en vos, apoyate en quienes te aman y saldrás adelante. Los ejes de los Guardianes son fortalecer al débil, curar al herido y derrotar al mal, para luego, sí, disfrutar de un vuelo en plena tormenta.

Y eso sí que no está nada mal.