La La Land

Crítica de Fredy Friedlander - Leedor.com

Por una vez la gran ganadora de los Golden Globes también podría serlo de los Oscars

Hace pocos días tuvo lugar la ceremonia de entrega de los Golden Globes, que para algunos críticos son el anticipo de los Oscars.

La gran vencedora resultó ser “La La Land”, que conquistó los premios en todos los rubros en que estaba nominada. Se trata de un resultado poco habitual tanto por la abultada cantidad de nominaciones recibidas (siete) como por haber ganado en todas ellas.

El sorprendente acontecimiento no pasó totalmente desapercibido aunque fue parcialmente eclipsado por otro más trascendente como fue el discurso expresado por la homenajeada y gran actriz Meryl Streep. Su valiente crítica a la figura del próximo presidente de los Estados Unidos, que hasta provocó la reacción de Trump por las redes sociales, quedará grabada en la memoria de millones de usuarios y televidentes.

El otro hito de los últimos “Globos de Oro” fue la algo sorpresiva victoria de Isabelle Huppert, cuando todo parecía indicar que el premio a la mejor actriz dramática iría a Natalie Portman o quizás Amy Adams. Pero qué estupenda oportunidad para que coincidieran en un mismo recinto las más grandes actrices de los Estados Unidos y Europa (ya que Huppert trasciende a su país y ha filmado en Alemania, Italia y otros más de su continente).

Pasando a la gran ganadora cabe resaltar la juventud de Damien Chazelle, quien de ganar el Oscar quizás sea el más joven en la historia, según parece (dato a verificar teniendo en cuenta que el próximo 19 de enero cumplirá 32 años).

Recorriendo su corta carrera como director nos enteramos de que “Guy and Madeline on a Park Bench”, su primer largometraje, estuvo en la sección Panorama del Festival de Mar del Plata de 2009. La segunda “Whiplash: Música y obsesión” ya fue un hit y ganó tres premios Oscar, incluido al mejor actor de reparto: J.K.Simmons, que en la tercera y actual tiene dos pequeñas apariciones.

Si hay algo que caracteriza a toda la filmografía de Chazelle es su recurrencia a temas de alguna u otra manera vinculados con la música, una de sus pasiones. Y en esta oportunidad sería adecuado catalogar a su película como “comedia musical”, un género que tuvo sus años de gloria en las décadas del ’40 y ’50 con nombres tan célebres como Fred Astaire y Gene Kelly, para citar a dos de los más famosos. Ironía del destino es que muriera hace pocos días Debbie Reynolds (y su hija Carrie Fisher) a la que todos recuerdan por acompañar a Kelly y Donald O’Connor en “Cantando bajo la lluvia”, evocada con nostalgia en la ceremonia del domingo 8 pasado.

En el comienzo de “La La Land” vemos una autopista atascada en dirección de Los Angeles, donde desde sus respectivos autos se cruzan por primera vez y en forma poco amistosa Mia (Emma Stone) y Sebastian (Ryan Gosling). El improbable reencuentro de ambos, que sin embargo tiene lugar pocos minutos después, está indicando que estamos en presencia de algo que se aleja un poco de la realidad, especie de cuento de hadas o fantástico o quizás bien cabría calificarlo de comedia romántica. El gran riesgo al que se enfrentaba Chazelle era caer en algo melodramático, tan habitual en Hollywood. Uno de sus méritos es haber evitado dicha trampa, pero mucho le debe a su dupla central de actores. Esa primera escena además es de una gran belleza coreográfica que recuerda a musicales como “West Side Story” y hasta figura el Cinemascope en los créditos.

Hace pocos días este cronista había comentado que Amy Adams era fuerte candidata a ganar el premio (Oscar) a mejor actriz protagonista, por sus interpretaciones en “Animales nocturnos” y sobre todo “La llegada”. Después de verla a Emma Stone y repasar su filmografía reciente: “El sorprendente hombre araña” (y su secuela), “Magia a la luz de la luna” y “Hombre irracional” (duplete de Woody Allen) y “Birdman”, la opinión ha cambiado. Mia es una aspirante a actriz mientras que Sebastian sueña con tener su club de jazz propio. Ellos se alientan mutuamente y al principio se extraña la ausencia de conflicto, pero en algún momento el mismo aparece con tal naturalidad y convicción que consigue inquietar al espectador. Y tiene que ver con cierta incompatibilidad entre las ambiciones (artísticas) individuales y el amor. Hay momentos muy bellos y una resolución que está en consonancia con el comienzo antes descripto.

Como en todas las películas de Chazelle la música tiene un rol preponderante y no sería extraño que, al igual que en los Golden Globes, tanto la música original (Justin Hurwitz) como la canción (“City of Stars”) sean nominadas y ganen en sus respectivas categorías.

Es probable que a la hora de las nominaciones al Oscar, “La La Land” sea una de las más favorecidas. Podría darse el caso que al momento de la premiación, el ex Hombre Araña (Andrew Garfield por “Hasta el último hombre”) y su compañera Gwen Stacy (Stone) ganen en sus respectivas categorías como mejor actor y actriz, lo que generaría más de un comentario mediático de la crítica.

Pero no todo es tan previsible y para muestra basta el ejemplo del mejor film extranjero. Ya se conocen las nueve prenominadas al Oscar y entre ellas no figura “Elle” de Paul Verhoeven, que ganó el Golden Globe. Ello no descarta que Isabelle Huppert tenga nominación al Oscar, pero que lo gane parece hoy muy poco probable. Emma Stone seguramente se lo llevará muy merecidamente por su excelente interpretación en “La La Land”.