La huella del Doctor Ernesto Guevara

Crítica de Gustavo Castagna - Tiempo Argentino

Antes del revolucionario

Poco material se conoce de Jorge Denti, reconocido cineasta de documentales. Algún estreno ocasional –la excelente Malvinas, historia de traiciones (1984) y ocasionales exhibiciones por televisión de otros trabajos– manifiestan a un director que intenta alejarse de los lugares comunes del género. La huella del doctor Ernesto Guevara relata los años previos del personaje como viajero por Latinoamérica, antes de conocer a Fidel Castro en México y emprender la lucha por la liberación de Cuba.

El documental recurre a fragmentos de cartas del Che a una compañera de estudios y a otros amigos, entremezclados con escenas de archivo, alguna ficcionalización de los hechos y ocasionales inserciones en la animación. Además, los numerosos testimonios a cámara, en especial de sus compañeros de ruta Alberto Granado y Carlos Ferrer, se dirigen a articular un discurso que sintetiza los propósitos de la película: escarbar en aquel Ernesto Guevara, médico especializado en el terreno de la alergología, antes que en el inmediato revolucionario del continente.
En ese sentido, el film relata sin apresuramientos la toma de conciencia del Che ante un continente en tensión, pero también, algunas de sus dudas y cavilaciones por asumir el rol que lo convertiría en mito. Una zona interesante del trabajo –acaso por el desconocimiento que pueda generar el tema– es la estadía del Che en Guatemala durante el gobierno de Árbenz, un militar revolucionario (parecido pero también diferente a Perón), que sería destituido de su cargo. Al fin y al cabo, las intenciones de Denti triunfan en más de oportunidad al analizar aquellos años del Che previos a su agitada actividad como funcionario y combatiente dentro y fuera del continente.