La hora del crimen

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Interesante ejercicio cinematográfico es "La doppia ora". Desparejo, pero intenso. Volví a ver cine italiano después de un par de semanas de descanso y me topé con esta opera prima de Giuseppe Capotondi (ex fotógrafo de Vanity Fair y director de videos musicales), que venía precedida de bastante prestigio desde su estreno en la península en 2010. Después de tanto costumbrismo de esta geografía en cartelera, un buen film noir podría ser una excelente opción para degustar, así que me predispuse a adentrarme en el universo de "La hora del crimen", atendiendo a su particular e intrincada historia.

Sonia (Kseniya Rapopport) es mucama de un hotel caro. No nos queda claro muy bien porqué, pero ya en la primera secuencia, la vemos presenciar un suicidio de una inquilina del lugar, hecho que nos va situando en la intriga inicial: esta es una mujer que atrae lo oscuro. A poco de sobreponerse de la tragedia del día, decidirá ir a una de esos lugares de citas-múltiples donde hombres y mujeres tienen 5 minutos para conversar con extraños y así, en media hora, tuvieron la posibilidad de hablar con 6 potenciales candidatos del sexo opuesto. Sonia da con un ex-policía de nombre Guido (Filippo Timi) y se produce atracción mutua. Son dos personas que necesitan afecto y es tanta esa carencia que terminan a los tres fotogramas en una misma cama. Es cierto que los dos aportan un aura apagada, son claros perdedores, pero ese contacto que logran establecer, ilumina su existencia y los predispone a algo nuevo. Entusiasmado ante el crecimiento de la relación, Guido invitará a Sonia a una casa poblada de obras de arte que custodia, para que conozca su trabajo y pasen algún tiempo en el lugar, rodeados de un hermoso bosque.
Una serie de delicuentes invade el lugar para desvalijarlo. Matan al custodio (lo matan?) e hieren a su novia de gravedad. De ahí en más, el film, que venía narrando con cierta secuencia lógica la progresión de la relación, vira hacia un thriller psicológico desdibujando lo que parecía real. Con el espíritu del film negro (noir) más clásico y la estrategia de mostrar información para luego desmentirla, esta "doble hora" (el título hace referencia a cuando la hora tiene la misma numeración que los minutos, por ejemplo, 12:12, en ese momento dice uno de los protagonistas, que se puede pedir un deseo y obtener una respuesta sobre el mismo) juega a desconcertarnos todo el tiempo.
Nos adentraremos inevitablemente en tratar de descubrir qué sucedió esa tarde durante el asalto y cómo Sonia se repone frente al escenario que se presenta. Nada es lo que parece y "La doppia ora", se armará y desarmará a cada instante, desconcertando al espectador e invitándolo a descubrir las pistas que resuelven el crimen. Muestra sus cartas, y las esconde. Las mezcla, y las vuelve a repartir. El desconcierto invade la sala..
El fuerte de la película, sin dudas, son las actuaciones de la pareja protagónica, que se luce componiendo a seres cercanos, desvalidos y perdidos en sus contextos. Rapopport y Timi poseen buen química, necesaria para sostener un andamiaje como el propuesto por el guión, plagado de vueltas de tuerca, nos interesa saber sobre ellos y descubrir que sucede. La fotografía y la música apoyan el clima de misterio, potenciando una atmósfera de intriga que decididamente, se sostiene (aunque un poco forzada) hasta el final.

El tema es que lo que parece ingenioso (las construcciones mentales de Sonia, por ejemplo), no lo son tanto, sino que se exceden en esconder y desmentir lo poco que parece claro. Y es tanta la energía puesta en embarrar la cancha, que la cuestión deja de ser misteriosa y se transforma en deslucida, descolocada ante cada nueva inflexión que cambia el sentido de la trama.
"La doppia ora" está muy bien filmada y actuada, es sólida en los rubros técnicos pero... Es demasiada ambiciosa en su propuesta y pierde de vista que para contar una historia inteligente no hay que dar miles de vueltas. Basta que sea efectiva.
En general, es un film que se deja ver, aunque no deja por cerrar con un cierto sabor amargo en el paladar. Quizás con menos trucos narrativos y un estilo más directo, "La hora del crimen" sería una película de fuste. No lo es, se queda a mitad de camino y sólo pretende ser ingeniosa...en exceso!