La gallina Turuleca

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

La gallina Turuleca, el personaje de la canción de Gaby, Fofó y Miliki que hemos cantado y han cantado generaciones enteras, se corporiza en esta película de animación, coproducción con España, que se estrena para las vacaciones de invierno locales, con las voces de Guillermo Francella, Flavia Palmiero y Sofi Morandi.

Turuleca no es aquí una gallina ponedora de huevos como era en la letra de la canción. Bueno, cuando arranca la película “Turu” no puede poner huevos, y es vendida por un inescrupuloso a Isabel, una ex profesora de música, que está jubilada y tiene una granja.

Pero, para sorpresa de su nueva dueña, Turu no solo hablará, sino que también cantará. Todo marcha bien hasta que Isabel sufre un accidente y pierde la memoria. La ambulancia se la lleva a la “gran ciudad”, y Turu termina en un circo, cuyo dueño está a punto de perderlo si no le paga lo que le debe a Armando Tramas (!).

El hijo del dueño del circo descubre a la gallina de los huevos de oro: Turu se transforma en un fenómeno, y Armando, por más que empiece a recuperar el dinero, la querrá para sí.

Más canciones
Antes de que alguien diga Dumbo -a Turuleca le hacían bullying en el carromato antes de que la vendieran, y como el elefantito de Disney se transforma en el número principal de un circo- se sumarán más canciones , alguna de los famosos payasos españoles, como la de Hola don Pepito, Hola don José, una versión aggiornada de Macarena, y más.

La animación está bien, la película ganó el Goya al mejor filme de animación en 2021 y la estructura es ordenada, porque el filme está orientado al público infantil-nada de multiversos-, y si están en la granja, están en la granja, luego pasan al circo, de allí a “la gran ciudad” y así, sin saltos temporales ni de lugar que compliquen nada.