La ciudad perdida

Crítica de Santiago García - Leer Cine

La ciudad perdida tiene el encanto de las películas que conocen la tradición de género. Y dentro de ese género, una fórmula fácil de reconocer. Dos personajes muy diferentes que quedan unidos por una gran aventura, en una tensión sexual que también tiene mucho humor y varias buenas escenas de acción. No se trata de ser experto en la historia del cine para disfrutarla, sino en que toda esa historia es lo que permite construir una película fácil de disfrutar por los espectadores. Los mismos que no irían a ver un clásico, sí disfrutarán de esta película de aventuras.

Loretta Sage (Sandra Bullock) es una malhumorada escritora de exitosas novelas románticas que está realizando la gira de promoción de su libro. La acompaña en la presentación el modelo de portada de sus libros, Alan (Channing Tatum) quien le pone rostro y cuerpo a Dash, el protagonista de las novelas de la escritora. Quienes recuerden esas portadas imaginarán la imagen del modelo. La presentación sale mal y Loretta no tiene mucho cariño por Alan, que finalmente es el centro de atención de todas las fans. Entonces ocurre algo inesperado. Loretta es secuestrada por Fairfax (Daniel Radcliffe), un multimillonario excéntrico. La aventura se desata cuando Alan, creído de su personaje, decide ir a rescatarla sin importar las consecuencias. Para lograr su misión pedirá ayuda a un aventurero llamado Jack Trainer (Brad Pitt) que lo guiará por la selva donde está la escritora.

La ciudad perdida es una película con estrellas al uso del cine clásico. Sandra Bullock, Channing Tatum, Daniel Radcliffe y Brad Pitt. Para los que hayan vivido la década del ochenta, la similitud más evidente es con Tras la esmeralda perdida (Romancing at the Stone, 1984) dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Michael Douglas y Kathleen Turner. En La ciudad perdida hay evidentes citas y homenajes, pero lo importante es que ambas películas siguen la tradición de la comedia romántica de enredos dentro del cine de aventuras. Un género exitoso a lo largo de las décadas. Un clásico fundacional es, por ejemplo, La reina africana (The African Queen, 1952) de John Huston, con Humphrey Bogart y Katharine Hepburn. Hace poco se estrenó una especie de remake de La reina africana es Jungle Cruise (2021) de Jaume Collet-Serra, con Dwayne Johnson y Emily Blunt.

La química entre los protagonistas es la clave para que todo lo demás funcione. Sandra Bullock y Channing Tatum tienen un timing para la comedia que es indiscutible. Pero es todo un hallazgo tener a Daniel Radcliffe, el mismísimo Harry Potter, haciendo de villano. Y el bonus track es la presencia de Brad Pitt como un aventurero de pelo largo que parece una parodia de los aventureros galanes. La generosa participación de Brad Pitt en la película recibió a su vez la visita de los protagonistas de La ciudad perdida en su último film, Tren bala. El viejo Hollywood traído para el público actual. Pura simpatía y encanto cinematográfico.