La aparición

Crítica de Gustavo Castagna - Tiempo Argentino

Cuando algo raro anda por casa

Un experimento de 1973 produjo consecuencias inesperadas, que recién se develarán muchos años después. Tal es el punto de partida de este thriller de terror con Ashley Greene (Crepúsculo) y Tom Felton (Harry Potter).

Y bueno, siguen las casas con fenómenos paranormales, presencias extrañas, objetos que se mueven solos, manchas en las paredes (no es humedad, claro) y escaleras entre luces y sombras que transportan quién sabe adónde. La aparición no es nada original, ni ahí, pero tampoco recurre a los golpes de efecto y al sustito gratuito que resulta algo eficaz y sólo efímero.
Hay un prólogo entre un especialista en el tema (Tom Felton, ya sin la carga de Harry Potter) y otros dos personajes que lo ayudan, él con cara de piedra (Sebastian Stan) y una rubia –Julianna Guill– que vuela para el otro mundo. Uy, ¡qué miedo!
Pero luego, el cineasta debutante Lincoln ubica su cámara en una casa, donde la joven pareja interpretada por Felton y Ashley Greene (hermosa morocha pero tan sosa como gelatina dietética) viven alguna noche de placer previa a los impensados cambios que sufrirá tan acogedora morada. Primero, un mueble se corre de lugar, luego surgen las consabidas manchas, más tarde los cortes de luz, la noche siguiente las puertas se abren solas, y así sigue la trama.
Hay algunos planos que funcionan (cuatro, cinco), por aquello de no intimidar al espectador con efectos gratuitos, y un buen trabajo de iluminación, algo demodé, pero que recuerda a películas del género de hace 30 años. En ese sentido, La aparición es una película vetusta, concepto que no estaría mal, pero en ningún momento pega una vuelta de tuerca para alejarse de recientes actividades paranormales en hogares invadidos por ánimas y fantasmas. Obviamente, que el especialista en el ramo reaparecerá en la última parte para explicar con términos científicos qué ocurre en la casa de los jóvenes enamorados. Pero tampoco ahí Lincoln omite los lugares comunes y las reglas establecidas en esta clase de terror que ya exhibe sus primeras fechas de vencimiento.
La corta duración de la cinta, que en principio puede resultar bienvenida, a medida que pasan los minutos actúa por efecto contrario: a la media hora de La aparición sólo queda espiar el teléfono celular y descubrir cuánto falta para que llegue el final.