Kung Fu Panda 3

Crítica de Diego Batlle - La Nación

Po, un panda en busca de su verdadero origen

Los éxitos cosechados en 2008 y 2011 por las dos primeras entregas hicieron "inevitable" una tercera película por parte de la productora DreamWorks. Como quedó claro al final de la segunda parte, el antihéroe de esta historia, el querible panda Po, no era el huérfano que parecía y, por lo tanto, no extraña que esta nueva historia tenga como uno de sus ejes principales el reencuentro entre ambos.

Bastante más oscura y tenebrosa que las anteriores, Kung Fu Panda 3 tiene temas y conflictos un poco extremos para los más pequeños, pero también la fluidez y los pasajes de humor (sobre todo durante el largo entrenamiento de Po al resto de la aldea panda) a modo de compensación. Y, por supuesto, regala también una animación en 3D de enorme belleza que vuelve sobre la iconografía de la antigua China.

Como malvado reaparece la bestia Kai, que acumula en su cinturón la energía que le ha robado a todos los grandes maestros de kung fu de China. Así, Po deberá prepararse (y preparar a sus amigos) para el enfrentamiento con semejante rival, mientras tiene que lidiar ahora con dos progenitores, el biológico y el adoptivo.

Es para destacar también (en las escasas funciones que ofrece la versión subtitulada) el trabajo en las voces originales de Jack Black (Po) y Bryan Cranston (su padre Li), muy bien acompañados por Dustin Hoffman, Angelina Jolie, J. K. Simmons, Seth Rogen, Lucy Liu, Kate Hudson y Jackie Chan. Un auténtico seleccionado actoral.

Se podrá discutir si Kung Fu Panda 3 es un poco mejor o un poco peor que sus dos predecesoras, pero en un negocio donde las sagas (se) agotan ésta ha logrado mantener su categoría visual y su capacidad de entretener con no poca dignidad.