Kingsman, el servicio secreto

Crítica de Jessica Johanna - Visión del cine

Matthew Vaughn (KickAss, X-MenFirstClass) dirige una nueva adaptación de Mark Millar (KickAss), pero de manera muy libre con este estreno de Kingsman.
Una de espías. Así de simple se podría definir a una película como Kingsman, pero así también nos quedamos de cortos. La nueva película de Vaughn que toma como punto de partida un comic de Millar nuevamente pero esta vez sólo de a partes, es un homenaje a las películas clásicas de espías, en especial a las de James Bond, pero desde un lado más moderno si se quiere.

La historia es simple. Un grupo secreto de talentosos caballeros ingleses pierde a uno de sus miembros y comienzan a entrenar jóvenes para buscar a quien lo reemplace. Entre esos jóvenes va a estar Eggsy (Taron Egerton), cuyo padre falleció cuando era pequeño en esa misma organización y hoy es el protegido de Harry Hart (Colin Firth, simplemente fantástico, capaz de protagonizar cada escena de acción sin perder su porte de caballero inglés). A medida que estos jóvenes van pasando una serie de extremas pruebas surge una futura amenaza. Un carismático y manipulador Valentine (Samuel L. Jackson) acompañado de su bella asistenta (Sofia Boutella) quien tiene la peculiaridad de tener dos hojas filosas en lugar de piernas.
Acá comienzo a poner en evidencia el tono que mantiene Kingsman. Una comedia con escenas bizarras y sangrientas, muertes originales y deslumbrantes (porque todo está bellamente coreografiado) y caballeros ingleses luchando por lo que creen.

Kingsman es una película extraña, divertida y refrescante, con mucho amor por un tipo de cine más clásico pero con ganas de destacarse como algo novedoso. Y Vaughn logra salir muy airoso, no sólo con un guión que funciona sino con escenas dirigidas con mucha pasión.

Michael Caine, Mark Strong y Mark Hamill, sí, leyeron bien, terminan de complementar el curioso pero efectivo elenco de esta película.

Más que un simple homenaje, Kingsman es una propuesta fresca y audaz que nunca aburre y logra empatía con cada uno de sus personajes. Una interesante banda sonora y unas escenas de acción muy logradas complementan una película violenta y hermosa.