Justicieros

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Markus (Mads Mikkelsen) debe regresar del frente de batalla para cuidar a su hija Mathilde, luego de la muerte de su esposa, en un trágico accidente de tren. Mientras trata de lidiar con las emociones del duelo y la relación con su hija adolescente, recibe la visita de un sobreviviente y dos de sus colegas quienes sostienen que el supuesto accidente puede haber sido provocado.

Justicieros (Retfærdighedens Ryttere, Dinamarca, 2020) es una película dirigida por Anders Thomas Jensen que cuenta la historia de un militar, Markus (Mads Mikkelsen), que debe volver anticipadamente del frente de batalla cuando una tragedia golpea a su familia. Su mujer muere en un accidente de tren y Markus debe regresar para hacer el duelo y reconstruir la relación con su hija Mathilde (Andrea Heick Gadeberg). Pero un sobreviviente del accidente, Otto (Nikolaj Lie Kaas) llega hasta la casa de Markus para decirle que cree que no ha sido un accidente, sino un atentado. Markus, Otto, y dos amigos de este último, Lennart (Lars Brygmann) y Emmenthaler (Nicolas Bro), empiezan a trazar un plan para vengarse.

Justicieros es una película de venganza, un género que le ha dado al cine innumerable cantidad de grandes títulos. Las películas de venganza tienen una estructura catártica que deja feliz al espectador. Una injusticia ocurre, algo terrible, y luego el protagonista arrasa con los responsables. Es un género que nos dice que el mundo tiene oscuridad, pero al final posee un orden y un sentido. El que las hace, las paga, y lo hace de forma espectacular. Con esa base en mente, Justicieros ensaya una vuelta de tuerca que la hace interesante, sin dejar nunca de ser entretenida.

Justicieros es una película acerca del azar. El mundo es un lugar caótico y si existe algún sentido para las cosas, este no es comprensible por el ser humano. La obsesión de Mathilde por analizar los hechos que llevaron a la muerte de su madre o el deseo de sangre de Markus que solo desea matar a los culpables de lo ocurrido, son dos caras de la misma moneda. Ambos quieren que las cosas tengan un sentido, una explicación, un motivo. La película a lo largo de sus dos horas analiza y teoriza sobre este tema, no de forma solemne, pero sí de forma seria. Lo que no le impide a la película ser una comedia, una gran comedia y un gran drama de acción, una rarísima combinación que sale perfecta.

Se le perdonará algunas licencias poéticas, menores a las que habitualmente posee el género, pero es tan contundente en su narración que no hay mayores objeciones. El azar no es solo algo negativo y monstruoso, también abre la puerta para salvar vidas, generar vínculos y formar nuevas familias. No es ni bueno ni malo, simplemente es parte de la existencia. Justicieros es, en definitiva, una película navideña, con todo lo que esto conlleva. Una de las mejores actuaciones de Mad Mikkelsen y un elenco muy sólido, son otros motivos para disfrutar de este entretenimiento lleno de ideas y humanidad.