Johnny English 3

Crítica de Santiago García - Leer Cine

En menos de cinco años luego del éxito del primer film de James Bond, ya había suficientes parodias e imitaciones como para agotar el subgénero. De hecho lo agotaron, aunque de tanto en tanto alguien cree inventar la pólvora y sacar un nuevo agente estilo Bond pero en clave de comedia. Si hace cincuenta años la fórmula estaba gastada, imagen lo terminada que está en el año 2018. Pero dicen que el público se renueva y también se renuevan los cómicos.

El comediante inglés Rowan Atkinson es mundialmente famoso por su personaje de Mr. Bean y es difícil verlo sin pensar en sus cortometrajes de comedia. Sin embargo ha hecho muchos otros papeles y en los últimos años ha realizado un brillante Inspector Maigret es varios telefilms que por supuesto no son comedia. Pero su vínculo con Johnny English llega acá a una tercera película. La primera fue en el 2003 y la segunda en el 2011. Se trata, como adelantamos, de una parodia más de James Bond. Ninguno de los tres films es logrado más allá de los instantes brillantes que aporta el talento de Atkinson.

Sin Johnny English es parodia de Bond, también hay que decir que el personaje en sí mismo tiene una muy fuerte inspiración en el Inspector Clouseau que hacía Peter Sellers en la serie de películas de La pantera rosa. Emma Thompson interpretando a la Primer ministro británica es un lujo extra que no alcanza para hacer la diferencia. Algunos chistes son graciosos y otros están tan gastados que da la sensación de que los que hicieron la película confían en que el planeta completo haya tenido amnesia y no recuerde ninguna parodia berreta de las miles que se han hecho en los últimos cincuenta años.