Jauja

Crítica de Leonardo M. D’Espósito - Revista Noticias

El nuevo film de Lisandro Alonso es la mejor película argentina del año. Aclaramos –porque es menester hacerlo– que no se trata de un film “fácil”, que obliga a su público a un ejercicio de contemplación e imaginación, incluso si es un western rodado en la Patagonia. Un hombre –impresionante Viggo Mortensen–, danés perdido en el Sur argentino, sale en busca de su hija adolescente, que ha huido con un soldado. Se enfrenta al paisaje desértico y laberíntico, a hombres crueles, a asesinos, a la aventura pura. Alonso crea momentos de una belleza absoluta, donde en un solo plano –cuadrado, como en el cine más antiguo y noble– se manifiestan el suspenso y el horror (ver al hombre, asustado y solo, ver cómo al final del plano se comete un asesinato). No desdeña el humor (cierta frase del personaje al resbalar por unas piedras, cierta mano entrando al cuadro subrepticiamente) ni el giro borgeano hacia lo fantástico, incluso, en un epílogo notable y misterioso, al cuento de hadas. Pero todo esto requiere la participación del espectador. El film recompensa con una belleza plástica única en el cine, no solo argentino. Por momentos, las imágenes se parecen a los lienzos de Cándido López; por momentos, a los mejores momentos de John Ford. Alonso tiene todo el cine en su cabeza y lo utiliza con soltura, sin conceder a ningún tipo de demagogia. Un ovni, una rareza: “Jauja” es casi una obra maestra.