Jack Reacher - Bajo la mira

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Sesos y músculos

La noticia en Jack Reacher no es que comienza con un francotirador asesinando a distancia, desde un estacionamiento, a cinco inocentes, ni que se haya estrenado justo en los EE.UU. luego de la última masacre en un colegio. Tampoco, que el ex militar que estuvo en Irak falle un disparo. Lo novedoso en Jack Reacher es que Jack Reacher es Tom Cruise. Y Jack Reacher no sonríe.

O sea, Cruise archivó su famosa sonrisa socarrona, una marca de fábrica, para otras oportunidades.

Cruise se ha calzado el rol de militar, policía militar o abogado militar infinidad de veces. De Top Gun al presente, y ya a los 50, el actor eligió un papel protagónico como un ex policía militar al que acude el supuesto asesino cuando todos -la policía, el fiscal, la prensa- dan por sentado que el sospechoso apresado hizo los disparos.

Pero Jack -que no tiene domicilio fijo, ni celular, ni tarjeta de crédito: es una especie de Jason Bourne- es tan misterioso como sumamente inteligente para ver lo que otros no miran, y capaz de derrotar, él solito, a cinco tipos en una pelea cuerpo a cuerpo.

Dirigida por Christopher McQuarrie, guionista de Los sospechosos de siempre , el filme tiene acción, suspenso, una persecución automovilística nocturna notable -filmada como en los ’70: fotografía oscura, poca y nada música incidental- y un casting notable.

Cruise no se parece físicamente en nada al Jack Reacher que describe en sus ¡17! novelas Lee Child (seudónimo del británico Jim Grant: es el policía sentado tras un escritorio en uno de los mejores gags). Y si Jack Reacher se convertirá o no en una saga, McQuarrie decidió arrancar no por el principio, sino por el libro noveno, One Shot . Como presentación del personaje, cumple, y Cruise sabe cómo hacerlo suyo. Lo acompaña Rosamund Pike, como la abogada defensora para la cual Reacher termina trabajando, Richard Jenkins, como el fiscal y enfrentado padre de la abogada, y Werner Herzog como el psicópata de turno. El director alemán tiene pocas apariciones, pero hace centrar la mirada sobre él cada vez que irrumpe en la pantalla.