Internet junkie

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Vivimos continuamente conectados, a través de un celular, una computadora, o algún portátil por el estilo. Vivimos conectados sin necesidad de tenernos cerca. Y eso a veces es lindo y otras veces perjudicial. Puede llevarnos a aislarnos, a la incomunicación, a no concebir otro modo de relacionarnos con la gente.
Películas que intentan representar esta problemática, las hay muchas. Incluso en nuestro país, hasta la televisión expuso diferentes ideas en un programa del que quizás pocos se acuerden, “Conflictos en red”. La película que nos compete, Internet Junkie, que abrió el último Festival de Cine Inusual, explora este mundo virtual y sus redes a través de diferentes personajes situados en diferentes partes del mundo (Argentina, Mexico e Israel, para ser más precisos), pero conectados entre sí a través de nuestra bendita internet.
Dirigida y escrita por Alexander Katzowicz, la película sigue a varios personajes que se van interconectando entre ellos. Entre otros, un hombre seductor que se arma una vida que en realidad no tiene y le ayuda a conquistar mujeres. Una madre de familia que no puede dejar la computadora a través de la cual skypea con una amiga a la distancia, hasta el punto de no escuchar a sus hijos y haber dejado a sus padres abandonados en un asilo. Una joven que no encuentra otro trabajo que el de venderse sexualmente a través de una cámara web. Otra que seduce y tiene sexo compulsivamente con cuanto hombre se cruza en su camino.
Las historias se van tejiendo a su tiempo y al final logran cada una un cierre correcto. El tono elegido mayormente es el satírico, sí estamos ante una sátira ante todo. Pero por momentos también decide ponerse más dramático, especialmente cerca del final, para subrayar la idea de la alienación que puede producir esta constante conexión a través de lo virtual.
También es cierto que no se la siente lo suficientemente moderna, como si la película perteneciera justamente a la época del mencionado anteriormente “Conflictos en red”, donde prepondera la conexión a través de computadoras y no tanto, como hoy en día, de cualquier dispositivo, celulares sobre todo, de menor tamaño.
Entretenido, divertido y con un guión que más allá de ciertas acciones forzadas logra funcionar, y es imposible no sentirla real.