Interestelar

Crítica de Leonardo M. D’Espósito - Revista Noticias

Para muchos, Christopher Nolan es un genio del cine. Quien esto escribe cree que tiene algunas buenas películas (la segunda de sus “Batman”, por ejemplo, la subvalorada “El gran truco”), y considera que Nolan ha sido deglutido por las palabras y las vueltas de tuerca. En efecto: “Interestelar”, una especie de aventura épico-ecológico-moral-trascendente y que lleva al plano del espacio exterior el ingenio solemne de “El origen”, muestra a tal punto las falencias del realizador que el asunto se torna alarmante. Más allá de su absoluta falta de humor, de su pretensión profética –se puede tener y hacer al mismo tiempo un film atractivo, véase “The Matrix”–, el problema de Nolan es que no tiene la menor idea de cómo transformar las palabras que le vienen a la cabeza en imágenes.

Así, para que entendamos qué va a pasar en una escena, aparecen cinco o seis explicaciones. Y, como en “El origen” –pero ya en el paroxismo de la estulticia–, cuando algo es ilógico saca una nueva regla para que cuaje. El problema es que todo se dice y nada se muestra, que no somos nosotros quienes entendemos sino él quien nos expone (a la abulia). Incluso la fallida “Trascendence”, que Nolan produjo, es más concisa e interesante que este film. No diga que no le avisamos.