Huracán categoría 5

Crítica de Rolando Gallego - El Espectador Avezado

Hace unos años la señal de cable especializada en ciencia ficción, SyFy, inventaba una nueva categoría de películas, films catástrofes que sintetizaban todos los clichés y lugares comunes de estas, sumando, por ejemplo, tiburones en forma de tornado, tornados de hielo, tornados de dinosaurios, o simplemente una mega piraña que arrasa con todo.
Desde lo ridículo y hasta loco de esas propuestas, que en la mira de cualquier crítico especializado podría convertirse en un blanco fácil, se configuró un nuevo consumidor irónico de estos espectáculos, uno que cuanto más inverosímil sea todo, mejor para disfrutarlo en la comodidad de su casa.
Si les resulta conocido el resultado, y son de aplaudir este tipo de películas que potencian las premisas anteriormente mencionadas (inverosimilitud, catástrofe, aditamentos increíbles) a niveles insospechados, seguramente se harán una panzada de cine de género con “Huracán Categoría 5”.
La base de la propuesta es un fenómeno de la naturaleza que amenaza al hombre al igual que miles de películas que ya han trabajado con esto como “Terremoto”, “Volcano”, etc.
En ellas al no poder controlar aquello que acecha, el hombre vivirá asediado por la naturaleza hasta que alguna inexplicable escapatoria aparece.
En esta oportunidad se suma al consecuente fenómeno meteorológico que se incluye en el título, agrega acción, robo, drones y automóviles en niveles nunca antes explorados por el cine de Hollywood. “Huracán Categoría 5” es un film inclasificable, o mejor dicho, es una película que a medida que avanza su narración adiciona elementos que tal vez en las manos de otro director podría haber sido sólo un cocoliche o un collage de formatos.
Pero por suerte, la habilidad de Rob Cohen (“xXx”, “Rápido y Furioso”), un conocedor del gusto popular y de transformar formatos en nuevas posibilidades expresivas, radica en evitar creer que con verosímiles su historia (o más bien anécdota) podría ser más creíble para los espectadores.
Ese fundamento, presente también en las películas producidas por SyFy, es la clave para que algo tan inverosímil como un robo al tesoro federal, en medio de un huracán y con camiones a toda velocidad como única salida posible, termine siendo uno de los productos más originales que este año la pantalla grande ha ofrecido.
Sumado a que la posibilidad de construir una historia de redención en medio del desastre natural permite que la identificación con el estereotipo con el que presenta el rol del protagonista avance en su desarrollo sin traicionar su espíritu clase B en ningún momento.
“Huracán Categoría 5” podría haber sido una película más, pero la combinación en dosis justa de la multiplicidad de géneros y formatos que replica, sumado a la poca relevancia del elenco protagónico (exceptuando Maggie Grace y Tobby Kebbell) hacen que todo potencie sus premisas para delirio de los espectadores. Atentos que seguramente una franquicia se abre para los popes de la Industria.