Hoy partido a las 3

Crítica de Horacio Bernades - Página 12

Historias mínimas de chicas futboleras.

Un cast mayormente integrado por jugadoras de fútbol le da vida a esta película coral filmada en Corrientes. La historia hace particular hincapié en la cuestión de género y la sexualidad, con una picaresca si se quiere “de vestuario”, en versión lésbica.

El Premio Mejor Actuación del Elenco, recibido en el último Bafici, es un reconocimiento al mérito más notorio de Hoy partido a las 3, ópera prima de la realizadora Clarisa Navas. No hay una sola nota en falso (hay una, en verdad, tal como se detalla más abajo) en el vasto elenco de esta película coral filmada en Corrientes, y el mérito se potencia al máximo si se tiene en cuenta que casi la totalidad del elenco es amateur. Es total la espontaneidad (o sensación de espontaneidad, ya que en cine ésta es siempre construida) de un cast mayormente integrado por chicas jugadoras de fútbol, que además de actuar como si no tuvieran la cámara delante realmente “la mueven” con la pelota en los pies. Con lo cual la virtud es doble. O triple. La tercera es la cámara, que funciona en todo momento en forma orgánica con las actrices, registrando diálogos, fugas íntimas, apartes solitarios y, sobre todo, claro, los partidos, donde la lente llega a meterse entre las piernas, casi como una segunda pelota.

“Ustedes son muy problemáticas”, se queja Cacho, el técnico, ante sus dirigidas, “Las Indomables”. No le falta razón: una se va porque la otra no se la pasa, la que no se la pasa se va a su vez por el reclamo, la arquera, porque una del otro equipo patea muy fuerte… No es que jueguen mal –todo lo contrario– ni que les falte compromiso con el juego, ni que sean poco profesionales, por amateurs que sean. El problema es que son demasiado susceptibles. Cuando llegue la ocasión de un minitorneo organizado por un candidato a Intendente, se quejarán hasta de la lluvia inminente. Clarisa Navas organiza la película en una introducción –un picado en una canchita de cemento, que sirve como presentación del grupo– y un gran bloque: la larga espera del torneo, el torneo en sí –un único partido– y el post partido, un momento elegíaco que es lo mejor de la película. Más que historias completas, esboza embriones de historias.

Si en todo el relato la realizadora acompaña a las protagonistas con mirada empática, en lo que tiene que ver con el candidato a Intendente, que anda en busca de votos, condesciende a cierto costumbrismo, que alcanza su máxima expresión en el conductor de la jornada, un actor que se comporta como cómico de televisión de los de antes. La película hace particular hincapié en la cuestión de género y la sexualidad, con una picaresca si se quiere “de vestuario”, en versión lésbica. Un amorío a primera vista está jugado con una mezcla muy convincente de deseos y de dudas. También de histeria. Esa histeria parece marcar un límite para lo que Hoy partido a las 3 se anima a decir y mostrar: en un momento de franqueza en la charla de a muchas, una compañera le tapa la boca a la que está por entrar en detalles sexuales, que es la misma que de entrada se muestra totalmente jugada y cuando las papas queman termina negándose a ir a algún lugar apartado, por pensar en su novia. Mientras tanto, en la cancha, unos espectadores que se quieren pasar de vivos comprobarán, en carne propia, que a esta altura del partido a las mujeres no se las lleva por delante sin pagar algún costo.