Horas desesperadas

Crítica de Santiago García - Tiempo Argentino

Peripecias por una hija

Poco y nada le importa a los distribuidores locales respetar el título de un film, así que Hours (2013) pasa a llamarse aquí Horas desesperadas (sí, como el clásico de 1955 con Humphrey Bogart y Fredric March), para sumar más catástrofes a la cartelera local y sus títulos.

Este buen drama protagonizado por Paul Walker (este fue uno de sus últimos films: el actor murió en noviembre de 2013) cuenta la historia de un hombre que durante el Huracán Katrina queda atrapado en un hospital sin energía eléctrica porque no puede dejar a su hija recién nacida que está en una incubadora. Todos abandonan el edificio pero él se niega, ya que no hay manera de sacar a su hija sin desconectarla.
La película se concentra en su protagonista casi exclusivo y en las diferentes peripecias que debe sortear para mantener a su hija sin vida.
El director debutante Eric Heisserer mantiene con nervio la tensión y Paul Walker logra una actuación creíble y efectiva, lejos del héroe de acción de la saga de Rápido y furioso.
Aunque la película coincida, en su clima, con muchos films de terror o ciencia ficción que giran en torno a una situación apocalíptica, su fuerza consiste igualmente en mantener vinculada con la realidad.
Katrina fue el escenario de una situación digna de un cine apocalíptico y la película lo aprovecha perfectamente. Con pocos elementos la película logra sostener la tensión y sumar escenas de interés sin exagerar en ningún momento el punto.
Aun así, la película se alarga y no todo tiene el mismo nivel de efectividad. La trama está siempre al límite, porque lo que está en juego es la vida del bebé recién nacido y esto tensa al espectador cada vez más.
No tiene tampoco demasiadas posibilidades de salir de su propio esquema. No tiene, digamos, dos finales posibles, pero aun así logra que le interés no se pierda.