Homeless

Crítica de Diego Batlle - La Nación

Tras su estreno en el Festival de Annecy (Francia), considerado el encuentro más importante del mundo en el ámbito del cine de animación, llega a la televisión y al streaming esta coproducción mayoritariamente chilena, pero con aportes argentinos en varios rubros. Se trata de una comedia negrísima con claro espíritu satírico y una permanente apuesta por la provocación.

En esta distopía (género muy a tono con estos tiempos) reina el caos y las diferencias de clase son más extremas que nunca. Por un lado, las corporaciones; por el otro, un grupo de mendigos (los homeless del título) que viven en un baldío y se dedican al reciclaje de basura. De pronto, se produce lo inesperado: desaparecen todas las reservas monetarias del mundo (ese dinero electrónico queda guardado en un pendrive que va pasando de mano en mano).

Si la premisa parece ridícula es porque a los tres directores no les interesa el verosímil sino apostar al humor absurdo y a una mirada desencantada del mundo con nerds dedicados al ciberterrorismo, ejércitos con algo de los Stormtroopers de Star Wars , niños ricos que tienen tristeza, líderes mundiales atribulados (en algún momento hasta aparece Donald Trump) y multimillonarios siempre dominados por la codicia.

Entre elementos que remiten al libro El príncipe y el mendigo , de Mark Twain, y aspectos visuales con algunos puntos de contacto con las historietas de Robert Crumb, Homeless resulta una sátira sin freno (por momentos algo obvia y hasta un poco irritante), pero con múltiples hallazgos visuales y apuestas por el riesgo.