Historias breves 8

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

El año pasado conocí las “Historias breves” en su séptima entrega. Y cada año que pasa, supongo que a la hora de opinar sobre una nueva camada de jóvenes promesas locales, debemos decir que la elección de los destacados del proyecto, es colorida y promisoria. El nivel es el similar al que encontramos todos las entregas.
Recordemos que desde 1995 tenemos narraciones de distinta naturaleza en distintos géneros. Aquí encontramos dramas sociales, sátiras urbanas, intrigas policiales y alguna que otra crónica romántica. Una cosa a tener en cuenta: el nivel de producción es quizás, más elevado que en otras ediciones. Se nota en los cast (hay muchas figuras de la tevé local) y hay una paleta interesante de propuestas para elegir con guiones muy trabajados…
Nueve, para ser exactos. Ellas son "EL OLVIDO" de Fermín Rivera, "DE COMO HIPÓLITO VÁZQUEZ ENCONTRÓ MAGIA DONDE NO BUSCABA" de Matías Rubio, "VIDA NUEVA"de Lucas Santa Ana, "EL RAMAL" de Mena Duarte, "EL DESAFÍO" de Andrés Ernesto Arduin, "SUPERFICIES" de Martín Aliaga, "LIEBRE 105" de Sebastian y Federico Rotstein, "EL CONDUCTOR" de Maximiliano Torres y "CUESTIÓN DE TÉ" de María Monserrat Echevarría.
Dentro del menú, nos gustaron mucho “De cómo Hipólito…”, un relato sobre la búsqueda de un crack por parte de un representante de futbolistas (con Victor Hugo Morales y la voz de Coco Silly); la intensidad de “El conductor” donde se lucen Sergio Boris (de la reciente “Hermanos de Sangre”) y Celina Font (aquí hay una familia en la ruta, con algunos problemas y ciertos temas no resueltos que generan complicaciones a alta velocidad); el clima opresivo de “Liebre 105” (gran trabajo de Gisela Motta) donde se construye un relato de suspenso y terror con muy pocos elementos; la encantadora “Cuestión de té”, una aguda observación sobre la sinceridad en lo vincular a través de los ojos de un encantador niño (se lucen Pablo Ferraroo y Guillermo Pfening en pocas tomas) y “Superficies”, en la que el bullying es caracterizado con vehemencia en un cuadro atrapante.
Hay en el resto también apuntes interesantes e ideas interesantes (“El desafío”, en el que encontramos nada menos que a Larry de Clay caracterizado como comisario de pueblo, sin ir más lejos)… Ir a sala a conocer esta camada, probablemente les dejará impresiones mezcladas. Hay historias muy buenas y otras que no atraen tanto. Pero su visión, vale la pena. Es nuestro semillero y debemos prestarle atención…