Hermanos

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

La mujer del medio

Remake made in Hollywood de la potente película danesa, con un poderoso elenco.

Si hay algo que el cine danés ha hecho, y con lo que se ha ganado defensores y detractores a ultranza, es examinar las relaciones de pareja y familiares hasta deshilacharlas. Todo parece estar podrido en Dinamarca, de acuerdo a las obras de Lars Von Trier, Thomas Vinterberg y Susanne Bier, de quien el irlandés Jim Sheridan abordó Hermanos para una remake made in Hollywood, con un elenco poderoso.

Tal vez nunca mejor utilizado el término remake para referirse a lo que el realizador de Mi pie izquierdo hizo con el original de 2004. El propio director lo ha manifestado: hay escenas que son un calco desde las puestas de cámara, los diálogos. Lo que le falta a esta historia del soldado que vuelve de la muerte y se encuentra con (o, mejor, cree) que su hermano lo engañó con su esposa es la potente intensidad y el dramatismo que alcanzaba la película de la directora de Corazones abiertos.

Hasta la guerra a la que parte Sam (Tobey Maguire) es la misma: Afganistán. Poco antes de ir al frente, su hermano (Jake Gyllenhaal) sale de prisión. Cuando el helicóptero en el que viaja Sam sea derribado y las patrullas no encuentren rastros de su cuerpo, el Ejército lo dará por muerto. Y la esposa (Natalie Portman) y sus hijitas poco a poco irán encontrando consuelo en el cuñado y tío.

Pero Sam no murió, sino que fue capturado, torturado y regresará a casa tras haber vivido en carne propia un hecho que le revuelve las tripas y cuestiona su ética.

No era -ni es ahora- Hermanos una película sobre la moral. Sheridan prefiere descansar en las miradas y algún diálogo alrededor de una mesa para marcar los frentes de conflicto, y a veces, extralimitarse.

Habiendo chicos de por medio, toda la historia va tomando ribetes que nunca llegan ni a codearse con el patetismo, pero que rondan la catástrofe que se avecina.

Donde Sheridan vuelve a hincar el diente es en la familia. El padre de Sam, interpretado por Sam Shepard, es un modelo rústico de militar y pater familiae patriótico y machista. Si Maguire sorprende en un rol completamente alejado a todos los que le vimos al a esta altura ex Hombre Araña, es la ductilidad y sutileza con que Portman se entrega a Grace lo que ayuda a que Hermanos llegue a buen puerto. Gyllenhaal sabe cómo jugar a la ambigüedad, aunque el borrachín a veces le salga excedido etílicamente.