Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 2

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Adiós a un mago a pasos de ser leyenda

El final dejará conformes -y emocionados- a los fans del mago.

Después de diez años y ocho películas llega el momento de despedirse de Harry Potter. El fan, de los libros y de los filmes, quedará satisfecho con Harry Potter y las reliquias de la muerte, Parte 2 , no sólo porque se respeta el libro de J.K. Rowling, sino porque, más importante aún, el filme honra y reverencia a sus personajes y los temas abordados a lo largo de la saga, la más exitosa en términos económicos de toda la historia del cine.

Desde la orfandad y los maltratos que sufría Harry en La piedra filosofal hasta –ya todos lo saben- el duelo final que mantiene con Lord Voldemort en la película que hoy se estrena en la Argentina, un día antes que en los EE.UU., ha pasado de todo. Rowling y los respectivos realizadores de las películas posaron sus miradas sobre los conflictos de los niños y adolescentes, la amistad y los miedos, la solidaridad y hasta la violencia, la muerte, el enfrentamiento entre el Bien y el Mal, y también el sentido de pertenencia, sea a una escuela de magia, a una familia o a sentirse leales a un ideal.

Pero tal vez haya sido el guionista Steve Kloves el mayor responsable de que la saga del mago con el relámpago en la frente haya conquistado públicos de toda clase y en todo el mundo. Kloves (director de Los fabulosos Baker Boys , que adaptó todos los libros excepto La Orden del Fénix ) siempre supo cómo sopesar la amistad de ese trío formado por Harry, Hermione y Ron, ya sea desde el costado de cuento de hadas que le confirió Chris Columbus a las dos primeras películas, hasta la oscuridad y la mejor intriga que le dio Alfonso Cuarón en la mejor de todas, El prisionero de Azkaban . Lo cierto es que el seleccionado de estrellas británicas -más algunos infiltrados estadounidenses- que acompañaron a los chicos siempre han hecho que ver las películas de Harry Potter resultara un placer.

Ahora bien, aquéllos que nunca vieron un fotograma de HP , no entenderán nada si van a ver Las reliquias de la muerte, Parte 2 . Por más que se haga hincapié innecesariamente en los diálogos, que explican más de lo que deberían, como para que nadie se olvide de nada. Si bien en la Parte 2 se cierra todo lo que en la Parte 1 quedaba abierto, aquélla es sensiblemente superior, en términos de suspenso, sorpresa y perplejidad. Desde que David Yates, quien básicamente provenía de la TV británica, tomó la posta (hizo las últimas cuatro películas), hay ierta homogeneidad.

En esta Parte 2 Harry regresa a Hogwarts y sabe que, con o sin horocruxes, deberá enfrentarse al Innombrable. Rodada en 3D, tiene la espectacularidad que le faltó a otras, es cierto, y momentos que parecen tomados cinematográficamente de la última parte de El Señor de los Anillos , de Peter Jackson.

Aquí se resuelven muchas preguntas que el fan tuvo a lo largo del desarrollo de los libros y las películas, y no tiene sentido hacer mención a ellas. Los fanáticos tendrán su momento para emocionarse –o no- en el epílogo.

Concluye Harry Potter, y más sustancial que el duelo que los fans harán por el final es lo que ha dejado la saga, cómo influyó en otros filmes en la manera de contar relatos aptos para chicos y adolescentes. Si Daniel Radcliffe tiene mejor perspectivas de futuro que Emma Watson o Rupert Grint está por verse. Lo cierto es que muchos jóvenes crecieron con estos personajes durante los últimos diez años, y ni el final podrá con el mito o la leyenda. El cine logra cosas así. Por suerte.