Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1

Crítica de Natalia Trzenko - La Nación

La magia es cada vez más oscura

Harry Potter y las reliquias de la muerte - parte 1 deja atrás las fórmulas ya transmitidas por la serie

Hacia el final de Harry Potter y las reliquias de la muerte - parte 1, sus protagonistas habrán huido, llorado y sangrado mucho más que en todo el resto de la saga que a estas alturas -a una película del final definitivo- ya no tiene mucho de infantil.

Oscuro y angustiante, el film le hace justicia al libro del que fue adaptado y, al igual que él, la historia y su desarrollo parecen ser aptos sólo para iniciados. La película, además de ser un preámbulo del capítulo final, que llegará en julio de 2011, se ocupa de atar todos los cabos sueltos de los seis films anteriores. Así, está repleta de datos y aclaraciones que en varios casos hasta los fanáticos de la serie tendrán dificultad en seguir. Claro que a diferencia de todo lo que vino antes, Las reliquias de la muerte se desprendió de la fórmula y la estructura de sus antecesoras, dejando atrás la seguridad de Hogwarts, la escuela de magia que fue el escenario principal del relato. Si Harry Potter y el príncipe mestizo terminaba con la decisión del personaje de salir al mundo para resolver de una vez por todas el azote de Voldemort, aquí la decisión se cumple desde el inicio con Harry, Hermione y Ron despidiéndose de lo que conocen para enfrentarse a los peligros que los acechan.

Con la cuidadosa dirección de David Yates, que decidió utilizar la cámara en mano para las vertiginosas escenas de persecución con resultados dispares; la virtuosa fotografía del portugués Eduardo Serra ( La comedia del poder ), y el guión de Steve Kloves, todos los elementos de este film fueron puestos en función de comunicar un mensaje: la infancia llegó a su fin y el camino de la madurez es tan accidentado como peligroso.

En la búsqueda por encontrar y destruir los objetos, horocruxes , que contienen el alma de Voldemort y le permiten seguir vivo, el trío protagónico será acechado por los secuaces del malvado, pero lejos de unirse los chicos no tan chicos se pelearán hasta casi disolver su fuerte vínculo. Antes de la dolorosa disputa, interpretada con la suficiente emoción por los jóvenes actores en su mejor trabajo de la saga, pasarán las secuencias más logradas del film tanto por sus efectos especiales como por el aporte a la trama. Obligados por su búsqueda a infiltrarse en el Ministerio de la Magia, los chicos tomarán una pócima que los transformará, físicamente, en villanos. Es a estas alturas que el film refuerza la conexión entre los malvados del mundo de fantasía y el fascismo muy real. Con excepcional dureza el film incluye torturas, limpiezas étnicas y hasta un brazo tatuado que remite directamente al nazismo.

Desde el comienzo, esta serie tuvo a los mejores actores británicos a su disposición y en este caso la regla se mantiene, sobre todo del lado de los villanos, con los personajes de Helena Bonham Carter y Ralph Fiennes.