Guardianes de Oz

Crítica de Jesús Rubio - La Voz del Interior

Llegando los monos

Guardianes de Oz es la nueva película de Ánima Estudios, productora de animación latinoamericana.

Los salvajes monos voladores son los culpables de que los niños se despierten gritando en la noche. Los monos voladores provocan miedo y terror. Así se presenta a los protagonistas principales de Guardianes de Oz, la nueva película animada de Ánima Estudios, el estudio de animación más importante en Latinoamérica. La novedad de la propuesta dirigida por Alberto Mar es que esta vez la aventura para entretener a los más bajitos viene en CGI (imagen generada por computadora).

Y si de bajitos se trata, Ozzy, el más pequeño de los simios alados, va a ser el encargado de salvar a su pueblo de las garras de la bruja del lugar. Lo que pasa es que hace algún tiempo, una valiente guerrera llegó a Oz y junto a sus amigos (León, Hombre de hojalata y Espantapájaros) derrotó a Eveline, la malvada bruja del Oeste. Después de la victoria, la guerrera regresó a su casa con la ayuda de Glinda, la bruja buena, y los amigos de la guerrera fueron nombrados “guardianes de Oz”.

Pero Glinda decidió darle una segunda oportunidad a Eveline, aunque todos sus poderes fueron guardados en una escoba que quedó bajo el cuidado de los guardianes. Ya se sabe, una bruja malvada es una bruja malvada por más que no tenga poderes, y Eveline no tardó en reunir a su ejército de monos voladores para entrar al palacio y recuperar su escoba.

La historia se centra en el viaje de iniciación del pequeño Ozzy, hijo del grandote Goliath, integrante del ejército de monos voladores al servicio de la bruja despótica de Ciudad Esmeralda. El problema de Ozzy es que, a diferencia del resto de los de su especie, no puede volar debido a que sus alas son muy pequeñas (para poder hacerlo tiene que sujetarse de un globo).

Ozzy es el único que no está de acuerdo con el servilismo ciego de sus pares. Así que cuando la bruja pone en marcha sus planes para atacar el reino, después de haber recuperado la escoba, Ozzy decide ir en busca de los legendarios guardianes de Oz para que luchen contra ella.

El problema de Guardianes de Oz es que sus responsables creen que hacer una película para niños equivale a hacer una película con una trama rudimentaria, con una resolución un tanto torpe y con personajes que más que graciosos sean idiotas (los chistes son de una inocencia que por momentos incomoda). Quizás con un poco de corazón, valentía e inteligencia se podría haber hecho una película mucho mejor.

Sin embargo, lo que se rescata es la intención de dejar en claro que si una persona tiene poder sobre otras es porque esas otras la obedecen. Es esta dimensión política, además de algunas cuestiones técnicas, lo valioso del filme.