Gett: El divorcio de Viviane Amsalem

Crítica de Fredy Friedlander - Leedor.com

Otro exponente del cine israelí con magistrales interpretaciones
Ronit Elkabetz no es un nombre conocido en Argentina, pese a tener cierto reconocimiento dentro de la industria cinematográfica mundial. Prueba de ello es que fue la presidenta de la Sección paralela “Un certain regard” (“Una cierta mirada”) en el último Festival de Cannes. Y el jurado, por ella presidido, fue quien eligió a “La patota” como mejor película de dicha sección.
Durante la entrega de premios Ronit hizo una referencia a los méritos de “Dégradé” una producción palestina que compitió contra el film de Santiago Mitre, elogiando a sus dos realizadores, con mensaje amistoso, de una zona convulsionada como lo es Medio Oriente.
Por esas casualidades la película palestina se exhibió en el reciente Festival Internacional de Cine Latino Árabe, estando presente Hiam Abbass, su actriz más célebre, con quien este cronista tuvo una amable conversación. Abbass respeta y conoce personalmente a Ronit y ambas viven en Paris en la actualidad.
El tercer largometraje de la hasta ahora principalmente actriz israelí, en conjunto con su hermano Shlomi Elkabetz, acaba de estrenarse localmente. “Gett, el divorcio de Viviane Absalem” se refiere a las dificultades que tienen las mujeres cuando desean divorciarse legalmente en Israel, si su casamiento fue “religioso”. En efecto, requieren del acuerdo de un tribunal rabínico y además de la conformidad del propio marido.
Es notable cómo se mantiene el interés y la tensión durante las casi dos horas que dura la acción, limitada casi exclusivamente a la sala del tribunal. Es cierto que la obra podría haber sido representada en un teatro, pero la diferencia es que aquí hay muy diversos planos y muchos enfocan a un determinado personaje, mostrando sus reacciones faciales y temperamentales. Lo que enriquece la propuesta es el desfile de testigos y las parejas actuaciones de todos los intérpretes. Elisha, el marido (Simon Abkarian) de Viviane (Ronit misma) es un hombre muy respetuoso de las tradiciones hebraicas mientras que su esposa y su abogado, que ni siquiera usa kipá, no lo son.
Otro singular personaje es el abogado defensor de Elisha, quien en la ficción, es además de su hermano. Quien lo interpreta es Sasson Gabai, a quien vimos como líder de un conjunto musical egipcio en “La vista de la banda”. Y que llegaban a un bar perdido, cuya dueña era nada menos que una mujer israelí a quien daba vida Ronit Elkabetz (!).
A señalar que la acción transcurre a lo largo de varios años, sin que el tribunal dé su veredicto. También que se trata del tercer capítulo de una trilogía. En síntesis, una nueva muestra del cine israelí en un drama íntimo y magistralmente interpretado.