Fútbol para todos, negocios para pocos Pablo Tesoriere es al fútbol lo que Michael Moore es a la política económica y exterior norteamericana. Inquisidor aunque unívoco, como gran parte de la filmografía del gordo barbado, Fútbol Violencia S.A. (2009) diluye su potencia cuando abandona el abordaje sociológico y analítico de la narración cerebral por otra más sentimental. Los jueves de Agosto a las 20:30hs en el Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543). La violencia en el fútbol es un mal casi endémico, enquistado en los estadios de norte a sur y de este a oeste, que desde sus albores apila centenares de muertos. Fútbol Violencia S.A. devela los negociados espurios entre dirigentes y barrabravas, socios tácitos que hacen de la pasión de multitudes un negocio redondo. El opus dos de Tesoriere arranca con el vértigo y la agilidad propia del deporte que retrata: montaje, entrevistas, cacheos, palazos, muerte. Con tino, muestra la desidia, ineptitud, complicidad y enorme incultura en aquellos que deberían velar por un evento deportivo puro. Los datos son elocuentes; las imágenes, incuestionables. La forma en que Fútbol Violencia S.A. transmite la deshumanización de un cacheo, la alineación de servir a la comunidad exponiéndose por las dádivas de una hora extra resulta acertada. El director de Puerta 12 (2007) expone decenas de videos sin ubicarlos en tiempo y espacio, sin identificar rivales o motivos de la gresca: da lo mismo año, equipos y divisionales. Eso dota al film de una ecuanimidad carente en el ámbito deportivo. La no diferenciación habla de un problema demasiado universal para endosarle connotaciones. Pero Tesoriere da vuelta la hoja y no sólo le pone rostro a las víctimas de la violencia –decisión que excede la labor de este crítico y ya es propia de la interpretación moral del espectador-, sino que lo hace en primer plano: es un cuestión menos de contenido que de forma. Fútbol Violencia S.A. inicia como documental político-deportivo intenso y sudoroso, pero deviene en drama innecesariamente lacrimógeno. Como en Capitalismo: una historia de amor (Capitalism: A love Story, 2009), parece no ser suficiente con exponer una problemática sino que el objetivo es la empatía del espectador con quienes la sufren: lo que en el film de Moore era un largo primer plano del llanto de los marginados del sistema inmobiliario, aquí es una presentación a cámara de las víctimas del fútbol. Ágil e intenso por momentos; sensiblero y unívoco por otros, Fútbol Violencia S.A. aporta una nueva mirada a un deporte cuya esencia está subsumida a una larga cadena de negocios. Todo con tácita anuencia de la peor Justicia, la que no es ciega, la que prefiere no ver.
Este documental, que se exhibirá en el Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543) todos los jueves de agosto a las 20:30 hs, interesa no sólo a los amantes del fútbol, sino a todo el que quiera analizar la violencia que nos atraviesa como sociedad. Tesoriere, que es ya un experto en el tema (también dirigió el documental Puerta 12, haciendo referencia a los sucesos ocurridos el 23 de Junio del ’68 en el Estadio River Plate), parte de un extenso trabajo de investigación sobre el tema. La estructura es la de un documental clásico, con entrevistas a voces de autoridad – tanto del fútbol como de la temática de la violencia (Víctor Hugo Morales, Enrique Macaya Márquez, Eduardo Galeano, Roberto Fontanarrosa, Orlando Barone, Pablo Alabarces, entre otros)- y material de archivo (notas de periódicos, filmaciones de las cámaras de seguridad de los estadios, filmaciones de particulares). Al comienzo del film se busca desde la imagen empatar el término violencia a los hinchas y el de seguridad a la policía. Pero de a poco Tesoriere va minando esta visión para demostrar que la violencia es algo estructural que nos atraviesa como sociedad y que se origina en la marginalidad. Frente al maltrato de la sociedad, el marginado responde con más violencia. Pero ésa es tan sólo una cara de la moneda, el origen quizá del “barrabrava”, construido como una suerte de héroe que se sacrifica hasta la muerte por el amor a su equipo. Esa es la cara visible a la que fácilmente se le puede echar la culpa, porque es el individuo que presta servilmente su cuerpo para los actos violentos. La otra cara de la moneda son los intereses económicos que sostienen la violencia en el fútbol, perpetuada por los grandes clubes, por miembros de la propia policía, etc. Allí la violencia aparece como una decisión política tomada a puerta cerrada. Como su título lo indica, la violencia en el fútbol es una corporación cuyas redes alcanzan hasta los lugares más insospechados de la sociedad, y es en este sentido que se convirtió en un problema estructural, producto de la misma corrupción que nos aqueja en otras tantas situaciones cotidianas. La violencia en el fútbol es tan sólo una de las caras de la violencia, es la punta visible del iceberg.
Asomándose al infierno Puerta 12 fue el primer filme de Pablo Tesoriere y en él el director miraba hacia el pasado tratando de desentrañar las razones de la tragedia ocurrida hace años en la cancha de River. El paso inmediato debía ser si ó sí este estudio de la violencia en el fútbol. Futbol violencia S.A. es un descenso a los infiernos del negocio del deporte, ese espectáculo cada vez más caro, que obliga al hincha a vivir incómodo los partidos, a ser esquilmado por los trapitos que rodean las calles aledañas de los estadios, a los vendedores de los patys y los panchos más caros del mundo, de los policías malhumoradas que palpan de armas pero que además los carajean, les tiran los caballos encima, y que en suma, maltratan a todo el mundo. Las entrevistan del film cubren todo el espectro de los involucrados en el tema, desde periodistas a funcionarios y ex funcionarios, directivos, pero sobre todo los familiares de las víctimas de la violencia en las canchas. Esos familiares son junto a los dirigentes de Newells Old Boys, un caso que el director tuvo la suerte de poder seguir paso a paso, el centro de este documental que se abre a un tema que uno sabe que es más amplío, incluso de lo que aparece en pantalla. El fútbol es un gran tema ausente en la historia del cine argentino y de alguna manera, los documentales de Tesoriere empiezan a subsanar ese vacío.