Fútbol violencia S.A.

Crítica de Rocío González - Leedor.com

Este documental, que se exhibirá en el Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543) todos los jueves de agosto a las 20:30 hs, interesa no sólo a los amantes del fútbol, sino a todo el que quiera analizar la violencia que nos atraviesa como sociedad.

Tesoriere, que es ya un experto en el tema (también dirigió el documental Puerta 12, haciendo referencia a los sucesos ocurridos el 23 de Junio del ’68 en el Estadio River Plate), parte de un extenso trabajo de investigación sobre el tema.

La estructura es la de un documental clásico, con entrevistas a voces de autoridad – tanto del fútbol como de la temática de la violencia (Víctor Hugo Morales, Enrique Macaya Márquez, Eduardo Galeano, Roberto Fontanarrosa, Orlando Barone, Pablo Alabarces, entre otros)- y material de archivo (notas de periódicos, filmaciones de las cámaras de seguridad de los estadios, filmaciones de particulares).

Al comienzo del film se busca desde la imagen empatar el término violencia a los hinchas y el de seguridad a la policía. Pero de a poco Tesoriere va minando esta visión para demostrar que la violencia es algo estructural que nos atraviesa como sociedad y que se origina en la marginalidad.

Frente al maltrato de la sociedad, el marginado responde con más violencia. Pero ésa es tan sólo una cara de la moneda, el origen quizá del “barrabrava”, construido como una suerte de héroe que se sacrifica hasta la muerte por el amor a su equipo. Esa es la cara visible a la que fácilmente se le puede echar la culpa, porque es el individuo que presta servilmente su cuerpo para los actos violentos.

La otra cara de la moneda son los intereses económicos que sostienen la violencia en el fútbol, perpetuada por los grandes clubes, por miembros de la propia policía, etc. Allí la violencia aparece como una decisión política tomada a puerta cerrada.

Como su título lo indica, la violencia en el fútbol es una corporación cuyas redes alcanzan hasta los lugares más insospechados de la sociedad, y es en este sentido que se convirtió en un problema estructural, producto de la misma corrupción que nos aqueja en otras tantas situaciones cotidianas. La violencia en el fútbol es tan sólo una de las caras de la violencia, es la punta visible del iceberg.