Fuerza antigangster

Crítica de Gustavo Castagna - Tiempo Argentino

Para disfrutar sin culpas

Con un atractivo elenco encabezado por Sean Penn en el rol de un enemigo público, la película recuerda a Los intocables con un look caricaturesco. Esquema básico y rendidor.

Desde la caracterización de Sean Penn del catatónico Mickey, un enemigo público, puede analizarse Fuerza antigangster, puesta al día del género y film vampírico que nunca esconde sus citas, invocaciones e influencias. O robos desmedidos pero aggionardos al siglo XXI. Es que Mickey, personaje fundamental pero secundario, tal como el Al Capone de Robert De Niro en Los intocables (1988) de Brian De Palma, es pura caricatura, un dibujito animado constituido por violencia, arrogancia y puños fuertes (se trata de un ex boxeador) devenido en la obsesión de un grupo de policías (Brolin, Patrick, Gosling, entre otros) conformado por un poder (Nolte en tres cortas apariciones) que necesita una fuerza de élite. El director de cine y televisión para adolescentes Ruben Fleischer propone un viaje al pasado reciente actualizando al cine de gangsters y policías, tomando en cuenta los ejes canónicos de los mejores films genéricos de Martin Scorsese, Francis Ford Coppola y De Palma, pero realizando una extraña operación estética con similares dosis de pérdidas y ganancias.
A saber: Fuerza antigangster es velocidad pura comparada con la fauna gangsteril de los '70 y '80, acumulando violencia al por mayor, explosiones y esos planos cercanos de ametralladoras que caracterizan al género. Como muestra, la primera secuencia, donde se estaquea a un rival de Mickey y se lo descuartiza en dos partes, como en un film gore, verista y eficaz. El momento es impactante y aclara el tono que tendrá el film y acá vuelve el recuerdo de Los intocables y su comienzo, donde De Palma observaba el pasado clásico (vía Hitchcock) para contar una escena a puro suspense. Pero Fuerza antigangster apunta a otro lado: los tiempos cambiaron y el instante certero se impone a la secuencia extensa, al suspenso estirado al máximo. Ahora bien, ¿esto es suficiente como virtud? Ocurre lo siguiente: la película de Fleischer, pese a su look caricaturesco al estilo Dick Tracy, tiene personajes interesantes, tratados a través de apostillas, pero al fin y al cabo, con la información justa y necesaria para seducir al auditorio. El grupo policial, con el familiar personaje de Brolin, el veterano de Patrick y el langa que interpreta Gosling (excelentes los tres), funciona a la perfección, como suplementarios y parecidos al irascible Mickey que encarna Penn. Y allí está la virtud del film, aun cuando Emma Stone no encaje en el rol de femme fatale: construir personajes más allá de ciertas obviedades de las acciones y de un esquema básico y rutinario. Pese a estos reparos, Fuerza antigangster es disfrutable como un dibujo animado de la vieja época de la productora Warner. «