Favula

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Con más de 30 películas realizadas, Raúl Perrone es algo así como el patriarca, el padrino de lo que a fines de los años '90 se conoció en todo el mundo como Nuevo Cine Argentino. El otro "pionero" podría ser Martín Rejtman, casualmente también seleccionado por el festival suizo con su nuevo film, Dos disparos.

Sin embargo, mientras decenas de directores más jóvenes y con mucha menos producción que El Perro -como se lo llama en el ambiente- viajan por el mundo presentando sus trabajos en festivales, Perrone rara vez sale de su lugar en el mundo, Ituzaingó (hace poco sorprendió filmando en Córdoba), donde suele desarrollar de a tres películas por año ocupándose además de casi todos los rubros y apoyándose para el resto en los artistas que participan de sus muy concurridos talleres.

Si bien unos pocos films de Perrone habían "viajado" a algún que otro festival del exterior, su destino principal casi siempre era el BAFICI porteño. Sin embargo, con Favula, ese espíritu algo "provincial" del Perro parece empezar a cambiar, ya que anoche tuvo su estreno mundial en la cima de la cinefilia internacional: el Festival de Locarno. Reticente como es a viajar (más aún en avión y al exterior), el film fue presentado aquí por su productor, Pablo Ratto.

En una línea similar -si se quiere aún más radical- que la anterior P3nd3j05, Favula es una película que se vuelve moderna apostando a la experimentación, pero al mismo recuperando aspectos que remiten al primer cine mudo (el blanco y negro, los "fotogramas" gastados, los intertítulos, las imágenes superpuestas). Es como si Perrone quisiera "dialogar" con Georges Méliès, Carl T. Dreyer o el primer Fritz Lang.

Atemporal y sin esa atadura geográfica a "su" Ituzaingó, el film es, como su título lo indica, una fábula, pero deforme, una tragedia que transcurre en un bosque encantado y en una casa en decadencia sobre una bruja codiciosa y una bella joven forzada a prostituirse (también aparecen dos hermanos adolescentes, el marido de la matriarca y un par de cazadores/militares). El despertar sexual, ciertas dinámicas perversas y leyendas con tigres (las comparaciones con el cine de Apichatpong Weerasethakul en este aspectos son inevitables, como también ciertos usos de escenografías "de cartón" en la línea de Raya Martin) conforman el universo de esta Favula trabajada con una "pared" de sonido en múltiples capas (desde los más puros de la naturaleza salvaje hasta la música electrónica).

Pero, más allá de filiaciones, homenajes e influencias, Perrone sigue con su "guerra de un solo hombre" en la que busca, prueba, experimenta, se arriesga y, en la mayoría de los casos, sale airoso. Lejos de la duración maratónica de P3nd3j05, Favula es un film mucho más conciso, que trabaja temas como las diferencias de clase, el erotismo, la ambición y la degradación con dureza y, al mismo tiempo, con lirismo. Bienvenidas sean, pues, las apuestas y los logros de un director cada vez más prolífico, pero no por eso menos interesante.