Fausto

Crítica de Mex Faliero - Fancinema

Es el alma que habla y habla…

Cada vez que llega una propuesta como esta, uno se hace las mismas preguntas (bueno, al menos yo me las hago): ¿es la obra o soy yo?, ¿está uno a la altura del asunto?, ¿o el asunto se reviste de tanta importancia que en realidad no hay altura a la que estar sino puro esnobismo intelectual? Con esta recreación del texto de Goethe que hace el director ruso Alexander Sokurov -Fausto- estas dudas me asaltan nuevamente, sobre todo porque me aburrí olímpicamente y no encontré más que una enmarañada reflexión alejada de cualquier idea de ritmo cinematográfico.
Intuyo que no es un problema de comprensión: se entiende perfectamente lo que Sokurov quiere decir sobre el alma, la carne, el ser, el bien, el mal, la culpa y los orígenes; Dios, el Diablo, y bla bla bla. El problema de su Fausto es meramente narrativo: si por un lado apuesta a un trabajo visual subyugante, por el otro desconfía olímpicamente de la imagen y no tiene otro recurso que verbalizar continuamente los múltiples conflictos de sus personajes. Es raro, porque Sokurov es alguien que sabe cómo utilizar recursos estéticos o narrativos en pos del abordaje temático. Acá, o es la imagen la que redunda o bien es la palabra.
No obstante, hay que reconocer que desde lo visual tampoco es que sea muy original su Fausto, ya que los elementos que aquí aparecen (filtros, lentes, tonalidades) ya habían sido utilizadas, con mayor pertinencia, en su cine. Otra cosa que se evidencia es que hay constantemente una pretendida recurrencia a los géneros fantásticos y de aventuras, tal cual se los entiende hoy en el cine mainstream universal, pero reformulado con la estética del autor.
Aunque tal vez uno de los factores de distancia más importante son las actuaciones, que están en un registro que va explícitamente entre lo grotesco y lo clownesco, y que desarrolladas a lo largo de 134 minutos hacen las cosas bastante arduas. En todo caso y a favor de la película, hay que reconocer que Sokurov no es pedante, sino que intenta un acercamiento a la obra original que es totalmente fallido y confuso. Tal vez el director se confundió y entendió que cualquier historia puede ser contada con el mismo registro. Fausto es la demostración de un error conceptual.