Familia Cantora. Los Pacheco

Crítica de Diego Batlle - La Nación

Pacheco, una dinastía del folklore

Tras Buen día día (sobre Miguel Abuelo) e Imágenes paganas (sobre Federico Moura), Costantino abandona el rockumental para adentrarse en el mundo del folklore. En rigor de verdad, el director comenzó a filmar a la familia Pacheco mucho antes, en 1999, pero la película fue mutando varias veces hasta su formato actual. Así, las precarias imágenes de 15 años atrás se entremezclan con las más actuales para describir la intimidad hogareña en Deán Funes, norte de Córdoba, y la excelencia artística de esta dinastía liderada por el patriarca Migue Ángel "El Gringo" Pacheco. Son tres generaciones, más de 70 músicos (que han formado grupos, se han presentado como solistas o han acompañado a figuras como Soledad Pastorutti, el Chaqueño Palavecino, Luciano Pereyra o Cacho Buenaventura) y 40 años de historia.

El film alcanza a transmitir esa energía musical que tiene como epicentro la casa paterna, regala interpretaciones de zambas, chacareras y cuecas, reivindica el legado de padres a hijos y no puede evitar exponer también varias tragedias (muertes por enfermedad o explosiones de gas) que afectaron a algunos de los integrantes del clan. Más allá de esos momentos tristes, la película apuesta a un tono festivo y celebratorio con la comida, la charla y, claro, la música como elementos esenciales. Un documental muy disfrutable para los amantes del folklore.