Eternals

Crítica de Maximiliano Curcio - Revista Cultural Siete Artes

Auténtico salto de fe hacia el vacío consustancial de los héroes contemporáneos de Marvel, insinuando atisbos de un discurso que no se conforma con la formula preestablecida. Los dioses del universo cómic toman aquí forma de tótems milenarios, trasladando a la gran pantalla sus inicios en dicho formato con un fuerte trasfondo mitológico. “Eternals” es una llamativa propuesta de Chloe Zhao, en las antípodas de su anterior aventura cinematográfica (la premiada y minimalista «Nomadland»). Los héroes aquí planteados pueden ver el mundo arder sin inmutarse en lo más mínimo. Nos preguntamos, ¿cómo seres tan infinitos y poderosos y a la vez tan tibios en sus acciones durante años? ¿De qué hablamos cuando hablamos de propósito heroico? Reverso perfecto, pasivos peones que otorgan un giro de 180° a la decisión de elegir su destino. Al fin, dioses humanizados, atrapados en sus cuestionamientos existenciales acerca del vital propósito. La carrera de Zaho toma un rumbo inclasificable y su incursión más comercial a la fecha deja un resultado no del todo convincente. El film, aún en su desorden, propone explorar un universo inaudito; ya de por sí resulta válida la intención de mostrarse original. Valioso es rescatar la nobleza de quien prefiere retar, antes que subestimar al más avezado espectador.