Escuela de sordos

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Ada Frontini debuta detrás de las cámaras con un documental que rebosa ritmo de pueblo, relajado y emocionante. El foco de trabajo es la labor que realiza una docente muy especial, coterránea de Bell Ville, Córdoba. Amiga y ex compañera del secundario de la directora, Alejandra Aguero, es el motor emotivo y ejecutor detrás de la Escuela Municipal para Discapacitados Auditivos "León Luis Pellegrino" y este registro, busca hacer conocer su trabajo, profundizar en las temáticas relativas a la inclusión y mostrar el compromiso con la profesión de una mujer comprometida con su comunidad.
Es común que el cineasta registre aquello que lo moviliza y que en ese registro, se juegue el afecto y la curiosidad por indagar críticamente un suceso o proceso. Frontini homenajea a Alejandra mostrándonos cómo se realiza su actividad, la pasión que pone para el contacto espontáneo con sus alumnos y cómo vive, una docente entregada a su actividad por completo.
El documental tiene momentos de comunión y relax (el asado, por ejemplo) y otros donde hay un interesante debate con Juan, especialista en el tema y amigo de Alejandra, sobre el rol de las familias de los chicos sordos y los pro y contras del implante coclear. Hay riqueza en el acercamiento que atrae (sobresalen los momentos en que ella enseña, son casi mágicos), pero la austeridad en la toma del material (no hay música de fondo) y el diálogo como referente neurálgico, a veces lleva al film a producir cierta sensación de letanía hacia la segunda parte del recorrido.
Frontini registra con una gran fotografía y logra una llamativa ópera prima, con sabor a tierra adentro. Se agradece el abordaje de la temática (cuántos hay que hacen actividades similares sin reconocimiento ni ayuda oficial?) y esperamos que abra un campo para más miradas críticas y cooperativas.