Entre sus manos

Crítica de Matías Lértora - Cines Argentinos

Que tipo talentoso que es Joseph Gordon-Levitt, encima de haber logrado una gran transición de niño actor a estrella consagrada, cada vez labura mejor. Y ahora para colmo su debut como director es formidable. Ojo, que esto no se mal interprete como una carta abierta de envidia hacia él sino todo lo contrario. Pasa que resulta imposible hablar de Entre sus manos (pésimo título latino para Don Jon) sin antes remarcar la importancia de su realizador y protagonista.
Esta ópera prima es una fiesta para los sentidos, tanto para los hombres como las mujeres, para que pasen 90 minutos intensos a puro ritmo y hormonas.
Esta aclaración del disfrute unisex viene a raíz de que el enfoque, que sin bien va a ser disfrutado por las mujeres, es más bien masculino. Y no podía ser de otra manera dado a que Joseph Gordon-Levitt no solo dirige y protagoniza sino que también es el guionista.
Con una muy ingeniosa estructura argumental y una edición impecable para darle más contundencia a diálogos muy auténticos conocemos al personaje y sus costumbres para luego pasar a su familia.
Aquí cada actor se luce, pero por sobretodo Tony Danza, en un rol muy Poncharelo, como su padre. Todas sus líneas y miradas son geniales.
Así como también es genial el “momento Silent Bob” que tiene la actriz que interpreta a la hermana en el climax de la película.
Por razones más que obvias Scarlett Johansson merece un párrafo aparte, no solo por lo bomba sexy que es y que resalta con todo en su personaje sino por condensar todas las cualidades reales de una mujer de esas que se convierten en “carceleras” para los hombres (con el visto bueno del sometido, obvio), aquellas que de a poco van cortando libertades y robando identidad.
Johansson logra en esta película calentar en demasía (aplausos para la escena en el palier del edificio) y ser detestable a tal punto de que su belleza deja de importar y ahí es donde la otra gran genialidad de la película abre su camino: el personaje de Julianne Moore.
Es a través de ella que el film adquiere otra dimensión y profundidad, que gira 180 grados desde la comedia de situación hasta el drama.
Otra cosa muy interesante para destacar es el enfoque que se le da al consumo de la pornografía, que si bien es algo que ya ha sido explorado bastante en el cine, aquí se lo aborda de una forma moderna y graciosa.
Esto junto a las falsas películas -el llamado recurso “movies inside the movies”- terminan de redondear una joyita que tendría que ser de vista obligada a los realizadores que quieran hacer una comedia como ópera prima para aprender de Joseph Gordon-Levitt.
Entre sus manos es divertida, inteligente, visceral, hormonal y real. Genialmente actuada, escrita y dirigida.
Gran opción para ir en pareja y/o con amigos.