Enterrado

Crítica de Fredy Friedlander - Leedor.com

“Enterrado” (“Buried”) es un film que se resiste a ser clasificado dentro de determinado género cinematográfico, a diferencia de lo habitual en producciones habladas en inglés y particularmente cuando su origen son los Estados Unidos. Dado que la acción aparentemente transcurre en Irak y que su personaje central es un camionero de una empresa contratista norteamericana, misteriosamente encerrado en un ataúd, uno pensaría que se trata de una más de tantas películas del país del Norte.

No es este el caso como intentaremos mostrar a lo largo de esta nota. Por empezar su director, Rodrigo Cortés, es catalán y su único largometraje anterior (“Concursante”), no estrenado en Argentina, fue protagonizado por Leonardo Sbaraglia en el rol principal (en los títulos finales uno de los agradecimientos es al actor argentino).

Se indica que el lugar en que fue filmada “Enterrado” es Barcelona y que su país de origen es España. En verdad podría haber sido en cualquier lado dado que todo transcurre dentro del féretro y nunca veremos el exterior. De hecho largos segundos iniciales transcurren en una completa oscuridad y poco a poco se van escuchando algunos sonidos, que indican la presencia de alguna persona que parece estar quejándose o murmurando.

La luz se hará de repente pero será merced a un encendedor marca Zippo que Paul Conroy logrará prender. Aparecerá entonces un hombre en estado físico bastante deplorable y quien será el único personaje que veremos durante el resto del film. Interpretado por el ascendiente Ryan Reynolds (“Van Wilder”, “Adventureland”, “La propuesta”), además de estar casado con Scarlet Johansson y ser ex pareja de Alanis Morisette, lo que logra el actor canadiense (y obviamente el director) es un “tour de force” al acaparar la atención del espectador por algo más de noventa minutos.

Poco a poco se irán develando las causas que lo llevaron a tan incómoda y claustrofóbica situación. Quienes allí lo pusieron le dejaron además un celular que será su único medio de comunicación con el exterior. Entre los que hablan con él hay uno de sus captores que exige una alta suma de dinero en concepto de rescate y a quien da voz el actor español José Luís García Pérez. Por esas curiosidades, tuvimos ocasión de conocerlo y hablar con él durante el reciente evento Madridcine, cuando se presentó la excelente “Retorno a Hansala”, donde es el intérprete principal. Los demás actores, evidentemente no visibles, son en su mayoría norteamericanos y algunos algo conocidos, como Samantha Mathis y Stephen Tobolowsky.

Uno podría tentarse a decir que “Enterrado” es un film de terror, dada la situación que retrata, o también un thriller a lo Hitchcock por la angustia que transmite pero en verdad es bastante más puesto que no se limita a saber si Conroy logrará o no salvarse. Lo que enriquece la propuesta son sus charlas telefónicas con funcionarios del FBI y con la empresa que lo contrató. Las mismas demuestran que en definitiva a nadie le importa mucho el destino de la pobre víctima y que, usando el calificativo en inglés muy apropiado “expendable”, él es sacrificable.

Para mantener la tensión y evitar que decaiga el interés del espectador, tanto el director como su guionista (Chris Spalding) y director de fotografía (Eduardo Grau) hicieron algunas concesiones discutibles entre las cuales una molesta aparición a mediados del relato y un final que no satisfará a todo el mundo (aunque factible). Pero el balance es positivo frente a la pobreza generalizada de los guionistas norteamericanos, que hacen que hoy a menudo sean mejores las series que sus largometrajes. Y no sorprende que en el último Festival de “Sundance” haya sido saludada como una de sus sorpresas mayores.