Encanto

Crítica de Rolando Gallego - EscribiendoCine

El realismo mágico se apodera de Disney

La nueva propuesta animada de los estudios tiene a Colombia en un relato donde, la diferencia y la verdad sobre sus personajes, marca el tempo narrativo y utiliza a la música de hilo conductor.

La legendaria familia Madrigal lidera las tierras de Encanto (2021), un lugar plagado de bellezas naturales y en donde la magia y los buenos espíritus son impulsados desde el hogar para potenciar, además, las individuales características de cada uno de los miembros del pueblo. Pero en cada familia hay una “oveja negra” y en esta oportunidad será Mirabel, construida como una bella mujer latina con ímpetu y deseos, que se enfrentará a los mandatos familiares, y las exigencias de su abuela, para liderar una verdadera transformación en Encanto.

Al no poseer el “don” que la mágica casa ofrece, Mirabel deberá apelar a su astucia e ingenio para demostrar sus verdaderas habilidades, más allá de cualquier designio mágico o habilidad innata que la fantasía pueda desplegar sobre ella.

Coloridos escenarios, pegadizas canciones, y una galería de personajes secundarios que circundan a la protagonista (mezcla de Betty con empoderadas exponentes del género femenino), hacen de la película una correcta asignatura que se suma a la necesidad de los estudios Disney por expandir sus sesgados y acotados universos narrativos.

Byron Howard y Jared Bush, con guion del propio Bush y Charise Castro Smith, sobre melodías pegadizas del experimentado Lin-Manuel Miranda y Germaine Franco, construyen una alegoría sobre los tiempos que corren y en donde la mirada del otro determina, aparentemente, aquello que los individuos deben ser.

Y entre la lucha del “deber ser” y los verdaderos sentimientos de los sujetos, Encanto se abre camino con un cast de personajes que en su diversidad, más allá de los estereotipos, juega con otros cuerpos, tonalidades, razas, etnias, multiplicando la imaginería cuasi aria que siempre estos estudios han proliferado y han educado sentimental e ideológicamente a cientos de miles de generaciones.