En buenas manos

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Esta extraordinaria película francesa cuenta la historia de Theo, un bebé que recién nacido es entregado por su madre a un programa de adopción y de Alice, quién hace más de 10 años intenta ser madre. Entre ambos también aparece un grupo de profesionales cuyo trabajo es el cuidar a los niños durante ese proceso. La película los sigue a todos y en paralelo muestra algunos intentos fallidos de adopción y madres que no pueden cuidar a sus hijos.

La directora Jeanne Herry elige un tono minucioso para describir con la mayor fidelidad posible como es el proceso para adoptar niños en Francia, a la vez que cuenta las historias de sus personajes. Mediante flashbacks vemos a Alice (Élodie Bouchez, inolvidable en este rol) como va pasando por diferentes etapas de su vida y su deseo de adoptar. También vemos a Jean (Gilles Lellouche) y Karine (Sandrine Kiberlain) cuidando al bebé que al que le buscan una posible familia.

Aunque el talento actoral es particularmente alto en la película, la sobriedad casi documental de todo el film hace que esos actores parezca que no están actuando las profundas emociones que vemos en la pantalla. Un realismo amable, con una enorme comprensión por cada personaje, hace que En buenas manos (Pupille) alcanza una humanidad poco habitual. Inevitablemente emotiva, la película es una precisa sobre un aspecto poco explorado del cine, el del camino de la construcción de una familia mediante la adopción.