En buenas manos

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Escrita y dirigida por Jeanne Herry, “En buenas manos” es una película francesa que cuenta varias historias sobre el proceso de adopción. Una joven embarazada que antes de parir sabe que dará al bebé en adopción, la funcionaria que busca hogares temporales, el asistente familiar que se encarga de cuidar a los niños transitoriamente antes de entregarlos a nuevos padres adoptivos, parejas que llevan adelante el largo y agotador proceso para adoptar, una mujer soltera que pasando la barrera de los 40 busca ser madre.
Los diferentes puntos de vista y posiciones sirven para retratar de una manera muy precisa lo largo y tedioso que puede ser el proceso, la cantidad de meses y años que son expuestos a interrogatorios y visitas para que el Consejo de la Familia decida si son o no, o cuándo, aptos para ser padres.
Pero no se queda sólo en el punto de vista de quién quiere y no puede tener hijos, sino que introduce el otro lado: el de la mujer que gesta pero no quiere ser madre. Ahí también el film se encarga de retratar minuciosamente cómo funciona el proceso para esa mujer. De hecho es ese bebé el eje principal del film que va ir mostrando las diferentes aristas.
Así, el film se mueve entre las escenas que retratan el proceso de un modo sobrio, un poco frío en algún momento pero es que así es el proceso burocrático, y las escenas más personales de sus protagonistas en la cotidianeidad de su hogar. En ese sentido hay un buen equilibrio, aunque algunos personajes cuenten con un mejor desarrollo que otros que terminan quedando desdibujados.
El film consiguió un notable éxito de taquilla y varias nominaciones a los premios César, lo cual demuestra que logra llegar al público y lo hizo de una manera inteligente y sutil, sin apelar a subrayados ni bajadas morales de líneas.
“En buenas manos” es un film sensible y preciso sobre el funcionamiento del proceso de adopción en Francia. Por momentos puede tornarse un poco repetitivo pero a la larga sirve para transmitir la sensación de agobio y cansancio que puede provocar esperar a veces durante muchos años que decidan que son aptos.