Elvis

Crítica de Rolando Gallego - LúdicoNews

Con una destacada interpretación de Austin Butler, y un universo particular creado por Baz Luhrmann, acaso el más creativo de los realizadores, Elvis cuenta el sueño americano y cómo este termina por destruir a sus deidades.

Elvis, de Baz Luhrmann, es la particular mirada sobre uno de los artistas más importantes de todos los tiempos. Un hombre que aceptó las reglas del juego impuesto por la industria de la música y que, lamentablemente, terminó acorralada por ella.

De su infancia a su adultez plagada de narcóticos y medicamentos, Elvis, busca revelar la relación de amor odio entre el artista y su representante (Tom Hanks), un vínculo enfermizo que terminó con la vida de uno de ellos.

Pero Luhrman no se queda solo con la idea de una biopic concentrada en el músico, sino que, a partir del artista, termina por hablar de la historia norteamericana, el avance del capitalismo y la idea el progresismo como única salida a todo.

Butler es una mimésis del héroe de Memphis, obligándose a copiar cada uno de los pasos y movimientos con los que Elvis conquistó a su público. Tal vez la duración y la sobreactuación de Hanks, detrás de prótesis que le impiden una correcta actuación, resienten su puesta, impidiendo una total conexión con la narración.

Así y todo Luhrmann logra transmitir con potencia el ascenso y caída de la máxima estrella de todos los tiempos en un tour de forcé para su protagonista, el que, claro, ya recibirá los lauros y nominaciones que una actuación de esta característica siempre conlleva.