Elsa y Fred

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Pocas luces al atardecer

Elsa & Fred fue un éxito de taquilla protagonizado por China Zorrilla en el 2005. Aquella película, lejos de ser una obra maestra, tenía cierta simpatía y la actuación de la protagonista era lo más interesante. China Zorrilla interpretaba a Elsa como si fuera una adolescente. El resultado era gracioso, aunque tampoco memorable. Pero algo de gancho había en esa historia de amor en la tercera edad y, créase o no, el guión terminó siendo vendido para realizar una remake. Una remake, recordemos, es cuando el guión de una película es tomado como base para volver a contar la misma historia. Así que acá estamos, con un Elsa y Fred hecho en Estados Unidos, nada menos que con dos leyendas: Shirley MacLaine y Christopher Plummer. El director es Michael Radford, el mismo de Il Postino. El problema, sin duda, es que la película es muy poco interesante, que todo es correcto pero a la vez demasiado pobre en ideas. Un programa de televisión berreta, eso parece. Las escenas están forzadas, la relación entre los protagonistas avanza a golpes malos de guión. Recién al final, cuando llega aquel clímax que el film argentino no podía sostener desde el presupuesto, acá la película hace la indiferencia. Pero aun así, no es fácil saber si eso le juega del todo a favor. Poco más queda para decir, salvo que acá el personaje de Fred tiene un buen peso y que Plummer consigue una gran diferencia entre el viejo apocado del comienzo y el galán que luego va surgiendo. No hay nada, absolutamente nada que justifique la visión de la película excepto el riesgo alocado de la escena final sin tanto pudor como la película Argentina y el carisma no del todo aprovechado de los protagonistas. Me niego rotundamente a entrar en el juego de decir cuál de las dos versiones es mejor. Y por favor, si sienten algún tipo de nostalgia por La dolce vita (muchas personas la sienten pero no les importa realmente la película) vean nuevamente el clásico de Federico Fellini, porque los homenajes no les hacen justicia ni de cerca. Algo más: Recemos porque la remake de El secreto de sus ojos sea más digna.