Ella dijo

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

La película sobre cómo se destapó el caso Weinstein -o habría mejor que decir la pornográfica cantidad de abusos, acosos sexuales y violaciones realizados por el ex productor cinematográfico, actualmente en prisión- tiene sus puntos a favor y en contra, y todos por la inmediatez, la proximidad de lo que se está narrando.

De hecho, la película de la directora de la miniserie Poco ortodoxa Maria Schrader se basa en el libro que las periodistas de The New York Times Jodi Kantor y Megan Twohey publicaron en 2019, con el mismo título que el filme.

Muchos espectadores atentos ya sabrán lo que va a suceder cuando las periodistas consigan que alguna de las mujeres acosadas permita dar su testimonio con nombre y apellido.

La película comienza en Irlanda, en 1992, donde una joven Laura Madden, mientras caminaba con su perro, se cruza con un equipo de filmación de época. Rápidamente su suma al rodaje, y aún más rápido el corte va a Laura Madden corriendo y llorando.

No será el único flashback de Ella dijo, porque los testimonios de otras víctimas van y vienen en el tiempo. La pulcritud y el respeto con el que son tratados y expuestos los abusos van a la cuenta del haber en el filme.

Estructura clásica
La estructura es bastante similar a otras películas sobre periodistas investigando casos de fuerte repercusión. El más reciente, En primera plana, de Tom McCarthy sobre la investigación del Boston Globe acerca de abusos sexuales por parte de la iglesia católica en esa ciudad, o Todos los hombres del presidente, de Alan J. Pakula, sobre el trabajo de Carl Bernstein y Bob Woodward, que publicaron en su diario, el The Washington Post, el escándalo de Watergate que le costó la presidencia a Richard Nixon.

Bueno, Ella dijo comienza con Megan averiguando y descubriendo los acosos de otro futuro presidente, Donald Trump, antes de las elecciones en las que vencería a Hillary Clinton, en 2016. Y es a partir de ese año y ese momento donde el filme elige centrarse.

Pero a diferencia de los dos títulos arriba mencionados, Ella dijo elige seguir las vidas personales de Twohey y Kantor, las relaciones con sus parejas, sus hijos -Kantor será madre primeriza y no la pasará bien-.

Tal vez fuera por necesidad de airear la historia y hacerla menos “objetiva”, con suficientes comillas, al intentar acercar al público a las protagonistas de la película.

Carey Mulligan ya ha tenido varias participaciones en filmes en los que el rol de la mujer se pone en cuestión, y la actriz de Enseñanza de vida e Inside Llewyn Davis: Balada de un hombre común lo hizo tanto en Las sufragistas primero y en Hermosa venganza, después.

Pero quien más se destaca es Zoe Kazan, la actriz de Ruby, la chica de mis sueños y nieta de Elia Kazan. Quizá sea porque su personaje, Jodi Kantor, tiene una elaboración distinta a la de su compañera, pero para dar un ejemplo, cada vez que recibe un llamado telefónico, sus expresiones son las que más y mejor nos llegan.

Ella dijo no es una película de debate, es decir, sobre la que se debata, porque todo está muy claro. Sí permite la discusión más que la controversia sobre la impunidad que creen tener algunos poderosos, y también el de los medios.