El otro (no todo es lo que ves)

Crítica de Diego Batlle - La Nación

Extraña bajada de línea espiritual

Marcos (Guillermo Pfening) es un treintañero cínico y desesperanzado. Hijo de un militante de izquierda caído en los años 70, tiene una madre que se ha refugiado en la religión y un hermano menor, Jony (Gastón Soffritti), sumergido en el submundo de la delincuencia más pesada. La casualidad hace que el protagonista aparezca en su primer día de trabajo como cadete en una sucursal bancaria en el momento exacto en que la banda que integra Jony comete un asalto. Los resultados del golpe serán, en más de un sentido, devastadores. De Felippo intenta combinar la trama policial con el drama familiar, una mirada demoledora sobre la corrupción policial, pero apuesta -sobre todo- a la concientización con la aparición de un personaje "iluminado", capaz de concretar milagros y soltar discursos aleccionadores. Más allá de cierta pericia narrativa, el resultado es caótico y desconcertante, más cercano a la bajada de línea de valores espirituales que al genuino disfrute cinematográfico.